El aumento de los delitos violentos y sobre todo de la sensación de inseguridad, ha generado que las personas piensen cada vez más en protegerse contra la delincuencia.

Son muchos los iquiqueños que están comprando accesorios para defenderse ante un posible ataque delictual, con instrumentos que van desde costosos servicios de alarmas en las viviendas, cámaras de seguridad e incluso con las linternas con electroshock o bastones retráctiles de venta en las calles.

Todo lo anterior da cuenta de una preocupación permanente de las personas respecto a la seguridad o la falta de esta, que además incluye la necesidad de organización en barrios y en las comunidades de condominios, quienes están invirtiendo cada vez más recursos en protegerse de un virtual ataque.

Sin duda el aumento de los delitos violentos genera una preocupación mayor en las personas, pese a que en general los actos delictuales hayan caído, sobre todo cuando estas acciones criminales muchas veces son grabadas por víctimas o testigos y van a dar a las redes sociales, donde su difusión se multiplica en segundos y con ello la sensación de inseguridad aumenta.

El Gobierno está generando distintas acciones con el fin de mejorar la seguridad y con ello la calidad de vida de las personas, pero es evidente que se trata de una problemática que no es de solución inmediata.

Independiente de lo anterior, es clave que las medidas que se están tomando desde la autoridad comiencen a ser notorias, que se pueda ver más policías en las calles, como también una mejor implementación de estas y donde la tecnología a disposición es relevante.

Del mismo modo, las medidas preventiva también son factor, por ejemplo, la generación de programas que intervengan los barrios, los que además de ofrecer alternativas de entretención y desarrollo a niños y jóvenes, sirven para lograr un panorama más claro respecto a la realidad que se vive en ellos.

Tener un país, ciudades y también barrios seguros, es el interés de todos, por lo mismo se requiere el apoyo de cada uno de los actores de la sociedad.

"Es clave que las medidas que se están tomando desde la autoridad comiencen a ser notorias".

Estamos en época de reformulaciones radicales. Así como tratando de borrar todo vestigio del pasado, donde todo "se hizo mal", por lo que se debe hacer todo de nuevo. Ya lo hemos visto con la Constitución del 80', modificada el 2005 (Lagos), la que se intentó -y aun se pretende- guardar en un cajón de "malos recuerdos", más por su origen que por los buenos resultados económico y sociales de los últimos 30 años.

Es un hecho que los recursos no alcanzan para la nueva concepción de Estado de la actual administración, lo que genera un aumento en el gasto público, por lo que se está procurando reformular (nuevamente) la carga tributaria de los chilenos y de varias de sus actividades productivas, como es el caso de la minería a través de un nuevo Royalty, a pesar del actual que fue promulgado durante el gobierno de Lagos. Pese a nuestras esperanzas, lo anunciado por el ministro Marcel referente a este tema, no fue lo esperado por la industria y su cadena de proveedores, lo que afectará directamente a la competitividad. Por ejemplo, Zambia, productor cuprífero africano que busca atraer inversión minera, considera incentivos y una revisión de sus cargas tributarias para la actividad. Mientras, en Chile, hacemos todo lo contrario.

No hay que ser un experto economista para comprender que la economía necesita inyección de capitales frescos, lo que a su vez genera un aumento de la actividad económica y, por ende, aumento de ingresos fiscales, que es lo que precisamente pretendería una reforma tributaria, sin embargo, tal cual está siendo concebido el proyecto, sólo ahuyenta los capitales.

El proyecto estrella del oficialismo, la Reforma Previsional, no sólo significará un esfuerzo individual, sino la adecuación de actuales entidades y la creación de "nuevas instituciones", que significará un costo fiscal enorme (de $84.439 millones en 2024 a $171.363 millones al 2031 en régimen). Además, hay un aporte inicial para el nuevo organismo previsional público autónomo (IPPA) de $4.164 millones, incluyendo un patrimonio mínimo de $1.773 millones, $78.952 millones para la conformación del Administrador Previsional Autónomo (APA) y $1.323 millones para fortalecimiento de la Superintendencia de Pensiones.

Hay ciertas "urgencias" del ejecutivo, pero no debemos descuidar, en ningún momento, lo que es y ha sido nuestro país. Cambiemos lo malo, pero no destruyamos lo bueno.

"Es un hecho que los recursos no alcanzan para la nueva concepción de Estado".

Leopoldo Bailac,, presidente Asociación de Industriales de Iquique

Pese a que la palabra siempre suena linda, en ocasiones es utilizada, pero poco practicada. Es importante que las autoridades se pongan a tono con ella, sobre todo cuando se le pidió a los gobiernos anteriores. Hay que dar el ejemplo.

Taxi al sur

Tras varios intentos fallidos, se instaló un nuevo paradero de taxis al sector sur. Ahora es importante que se logre consolidar este sistema que tanto hace rabiar a aquellos que viven en esta zona de Iquique, donde la mayoría de los conductores se niega a ir.

Extraviados

Ya son varias las denuncias sobre personas extraviadas en la región y, lamentablemente, poco se ha logrado esclarecer en las investigaciones. No es normal que una persona que está de vacaciones en una ciudad desaparezca. Hay que agilizar las diligencias.