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ministra Siches en ese momento, mandatada por mí, visitó La Araucanía sin tomar los resguardos necesarios, no solamente en materia de seguridad, sino también, respecto de los protocolos para relacionarse con el pueblo mapuche. Ahí pecamos. No culpo y no responsabilizo a la ministra Siches. Fue una responsabilidad de Gobierno y aprendimos de esa experiencia. Por eso, esta visita la planificamos por todo el tiempo que fue necesario. Creo que ha sido una gira exitosa, que ha traído buenas noticias para la Región.
-¿Y en qué influyeron las declaraciones de los grupos radicalizados, como la Coordinadora Arauco Malleco (CAM)?
-No me guío por declaraciones polémicas. A mí no me influyen. Cumplo con el deber que tengo como Presidente de la República.
-A propósito de los grupos radicalizados como la CAM, Weichan Auka Mapu y Resistencia Mapuche Malleco. ¿Cree que son comparables con grupos terroristas como las FARC, en Colombia; o la ETA, en España?
-Creo que hacer comparaciones de esas características, con conflictos que tienen otra historia, otras dimensiones, otros dolores, no colabora ni contribuye a la solución del conflicto que tenemos acá. Me parece inoficioso. Me interesa buscar las soluciones para el conflicto que tenemos en Chile y no compararlo con conflictos que suceden en otros países.
-¿No ha pensado, a raíz de esto, solicitar algún tipo de apoyo internacional?
-Hemos conversado con organismos internacionales para pedir asesoría y acompañamiento que permita que todas las partes puedan tener garantías de que acá no prima un interés por sobre otro, sino que es el bien común lo que tiene que primar. Toda la ayuda que dé garantías a las partes para lograr una solución y nos permita caminar a la paz, es bienvenida. Chile tiene un problema mayor en materias de inteligencia. Eso lo hemos conversado con las Fuerzas Armadas, las Fuerzas de Orden y Seguridad. Es uno de los motivos por los cuales estamos invirtiendo más en las policías, fortaleciendo a las policías para anticiparse a la comisión de delitos. Eso va mucho más allá del conflicto en La Araucanía.
-¿Intentará acercarse a dialogar con estos grupos que cometen atentados en la Macrozona Sur? ¿O espera que respondan ante la justicia?
-Sobre eso, una de las cosas que uno aprende conversando es que el conflicto existe y uno no puede esperar que el conflicto desaparezca para dialogar. Estoy disponible a dialogar con todos quienes estén disponibles. Quienes dan un portazo recurrentemente a eso y optan por vías ajenas a la ley, de esa manera declaran su nula voluntad de tener un diálogo que nos encamine hacia la paz. Con todos quienes quieran encontrar un camino hacia la paz, nosotros vamos a dialogar.
-Habitualmente en los atentados en la Macrozona Sur, se encuentran lienzos exigiendo "libertad para los presos políticos mapuches", entre los que se mencionan, por ejemplo, al vocero de la CAM, Héctor Llaitul; o al machi Celestino Córdova. En Chile, ¿existen presos políticos?
-En Chile, desde mi perspectiva, no existen personas detenidas por el hecho de pensar distinto. Existen personas detenidas por la responsabilidad que les cabe respecto de los actos que han cometido. Uno podrá tener un juicio o una percepción respecto de las causas que los llevan a cometer ciertos actos, pero acá nadie está por sobre la ley y en Chile no hay presos de conciencia.
Seguridad en el país -¿Qué errores asume en su gestión?
-Creo que al comienzo del gobierno no hubo una estrategia lo suficientemente firme para abordar la gran preocupación que es el tema de seguridad, que hoy sí está. Me parece que en el comienzo también hubo mucho voluntarismo en relación al conflicto que se vive en La Araucanía. Eso lo hemos ido enmendando y creo que esta visita es una prueba de aquello. Y también nos tocó un contexto internacional difícil. Estamos en un momento de contracción económica producto de la expansión del consumo. Chile necesitaba un ajuste para ser responsable, así lo han dicho analistas. Pero nos toca gobernar en tiempos complicados y es nuestra responsabilidad sacar esto adelante. Estamos trabajando con mucha fuerza y convicción para eso.
-La derecha, a diferencia del sector progresista, prioriza en su discurso la seguridad. ¿Está de acuerdo?
-Estoy de acuerdo. Desde la izquierda y del mundo progresista tenemos que entender que hablar de seguridad, y hacernos cargo de la seguridad, es condición habilitante para poder hablar de casi cualquier otra cosa. Si la gente no se siente segura en el lugar en donde vive, es muy difícil que podamos pensar en distribución de la riqueza u otras cosas. Tenemos que mejorar las condiciones de seguridad y por eso le hemos dado prioridad en esta nueva etapa de gobierno.
-¿Cómo explica su baja aprobación en las últimas encuestas de opinión? ¿Cómo espera revertir esta mala evaluación?
-A mí, en las encuestas, me ha tocado estar arriba y estar abajo. Cuando comenzamos la candidatura presidencial era el político peor evaluado en el país y hoy soy Presidente de la República. Esto solo se soluciona con trabajo, un trabajo serio y responsable. Estoy esperanzado y optimista porque estoy viendo brotes verdes, en diferentes aspectos que hemos estado trabajando, como la disminución de la inflación, un mayor control de la agenda en materia de seguridad aunque por cierto falta mucho, mejor inversión extranjera en relación al 2021. Creo que eso se va a empezar a notar. Cuesta, nos tocó recibir un país difícil, hemos cometido errores también. Pero tener la capacidad de reconocerlos, enmendar el rumbo, que creo que lo hemos hecho, nos permitirá salir adelante. Más que la aprobación personal, lo que me importa es mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de nuestro país.