La tarde de este miércoles miles de hogares de Iquique quedaron sin agua potable debido a un incendio registrado en la planta El Carmelo de Aguas del Altiplano, en la comuna de Pozo Almonte.

La emergencia motivó a que miles de personas salieran en busca del vital elemento, tanto a negocios como a los 55 puntos de distribución que la misma empresa sanitaria puso a disposición de los iquiqueños. Sin duda, pese a los problemas, el balance fue positivo, ya que durante el día se fue reponiendo rápidamente el servicio y aunque se debieron suspender las clases por precaución, el problema no trajo consecuencias mayores.

Pero más allá del hecho puntual, este incidente permite reflexionar sobre la importancia que tiene el agua potable para la vida humana y sobre todo en el desierto más árido del planeta.

En las breves horas en que el servicio estuvo cortado, se pudo además dar cuenta del gasto innecesario que la mayoría de las veces se hace del agua, con llaves que se dejan correr para lavar loza o largas duchas que solo se hacen por placer y sin pensar en el planeta. Es necesario pensar que estas simples acciones que se repiten a diario en millones de hogares están desaprovechando uno de los principales recursos de la humanidad.

Muchas veces solo se habla del consumo de agua que hacen las industrias y se les ha exigido a estas que hagan esfuerzos por reducir su consumo, pero poco se habla de cuánto gasta o malgasta el ciudadano común.

En el caso de Tarapacá, el agua potable se extrae de las napas subterráneas, que representan aproximadamente el 99% de toda el agua dulce líquida de la Tierra y que en la región provienen de la cuenca del Tamarugal, la cual cada año se ve afectada por el sobreconsumo.

En momentos como los que vivió Iquique en las últimas horas es posible dar cuenta de la importancia que tiene el agua para nuestras vidas y lo poco que se hace por promover un uso responsable.

Sin duda, como país y como Región de Tarapacá estamos al debe en materia ambiental, pero aún no es tan tarde para generar los cambios necesarios que permitan dejar un mejor planeta a las nuevas generaciones. Y preocuparse del agua es vital.

"Este incidente permite reflexionar sobre la importancia que tiene el agua potable para la vida humana".

Durante toda la década de 1860 los habitantes del puerto de Iquique soñaron con ver abrirse paso por los cerros a su primer tren. Mientras en la pampa esperaban escrutar a lo lejos ese humo inconfundible de la nueva tecnología y la emergente civilización. El entusiasmo se fue perdiendo con los años porque los proyectos ferroviarios fracasaban uno tras otro, como los de Avelino Orihuela, Federizo Pezet, Carlos Basadre y José Pickering. Hasta que llegó la gran noticia para el 28 de julio de 1868, el gobierno de José Balta había aceptado la propuesta de los hermanos Montero para la construcción de un ferrocarril de Iquique a La Noria. Era un privilegio exclusivo por 25 años.

En el mes de agosto llegó a Iquique uno de los hermanos Montero, Manuel, acompañado del ingeniero Dr. Blume parea definir el trazo que tendría la línea férrea. Ya se tenía conocimiento de la mejor alternativa gracias a los trabajos previos realizados por los oferentes anteriores. A partir de ese momento, para los iquiqueños todo parecía caminar en cámara lenta, porque no veían mayores adelantos en los trabajos; en cambio Montero Hnos., enfrentó litigios y cierta resistencia por su comportamiento agresivo, especialmente con los empresarios salitreros. En el ínterin llegaba mano de obra china y chilena para la gran tarea.

Todo litigio con Montero Hnos., quedaría olvidado cuando el día 14 del mes de septiembre de 1871, por la tarde, "fue sacada de la maestranza de la empresa del ferrocarril la poderosa máquina "Tarapacá" para que recibiese carbón y agua. El 15 a las 6 de la mañana estaba la hermosa locomotora recorriendo las diferentes vías en la estación y después subió hasta el cambio. A las 9 se alistó un convoy con carros de carga y el elegante coche nuevo de 1ª y 2ª clase para pasajeros que se estrenó ese día, y poco después partió la hermosa máquina, llevando al Sr. coronel D. Juan F. Balta, los empresarios y varios otros caballeros que fueron a presenciar el primer viaje de la Tarapacá" (El Mercurio de Iquique, 17 de septiembre de 1871, p.2). Después llegarán otras máquinas que tendrán nombres alusivos a la identidad local. La admiración por el ferrocarril nunca decayó, incluso cuando el "longino" dejó de transportar pasajeros -un siglo después de este suceso que narramos- se apoderó de todos nosotros la nostalgia.

Los distintos ferrocarriles salitreros que surgieron en la pampa, como el propio ferrocarril longitudinal, están asociados también a recuerdos trágicos. El primero fue a fines de mayo de 1873, en el sector del Molle, con varios muertos. Después llegarían muchos descarrilamientos y los accidentes que sufrían los "caberos" (enganchaban los carros de un convoy), que solían ser niños o jóvenes, eran habituales. Sin embargo, la imagen del ferrocarril -bajando o subiendo las cuestas desde Punta Negra hasta Alto Molle- siempre estará hermosamente fijada en nuestra memoria. No perdemos la esperanza que las nuevas generaciones también atesoren esa imagen, pero con un tren moderno.

"No perdemos la esperanza que las nuevas generaciones también atesoren esa imagen, pero con un tren moderno".

Sergio González Miranda,, Premio Nacional de Historia 2014

Es de esperar que aumente la velocidad de los trabajos en veredas, sobre todo en Lynch, entre Latorre y Tarapacá, la parte más angosta de la concurrida calle que en horarios peak se vuelve intransitable.

Servicio de agua

Pese a que muchos han criticado el modelo de empresas sanitarias privadas instauradas durante el gobierno de Ricardo Lagos, lo cierto es que con el mismo problema en el antiguo modelo quizás se hubiese estado semanas sin suministro, sumado a que nadie respondía.

Semáforo

El semáforo que se instaló en el sector del Hospital y que fue inaugurado por el ministro de Transportes, ayer estaba apagado y al parecer seguían los trabajos. Sería conveniente que antes de realizar las ceremonias todo quede listo y operando sin inconvenientes.