El cambio climático intensifica el riesgo de que aumenten los casos de enfermedades como la malaria, la tuberculosis o el sida, advirtió Peter Sands, director ejecutivo del Fondo Global, organización que hace 20 años está consagrada a financiar la lucha contra esas enfermedades.

El calentamiento global aumenta fenómenos climáticos extremos como huracanes, tifones o inundaciones, que pueden causar un grave impacto a redes sanitarias y elevar el riesgo de infección de este tipo de enfermedades, destacó Sands en una rueda de prensa.

Además, especialmente en el caso de la malaria, puede aumentar la distribución geográfica de las regiones cálidas en la que es endémica: por ejemplo, los mosquitos que la transmiten cada vez pueden tener su hábitat a mayor altitud, a medida que sube la temperatura media global.

En el caso de la tuberculosis, "esta se expande con mayor facilidad en zonas con alta concentración de gente sin adecuada alimentación y alojamiento", como son comunidades de desplazados por desastres climáticos, dijo Sands.

Sobre la malaria, el director ejecutivo subrayó que está aumentando su contención en regiones como Centroamérica, pero alertó de su avance en Venezuela, también con problemas para controlar la tuberculosis y el VIH/sida.

Sands lamentó el olvido que en ocasiones pesa sobre estas tres enfermedades por el hecho de que afectan, principalmente, a países en desarrollo y remarcó que el covid, que comienza a dejar de tener graves efectos en los países ricos, podría en el futuro seguir ese mismo camino.

Este hecho también es un llamado de alerta para regiones como Tarapacá, donde enfermedades causadas por vectores como los mosquitos se pueden instalar si no existe un control, como el que se ha realizado con el Aedes Aegypti.

Son estos "daños colaterales" los que deben llamar permanentemente a trabajar por disminuir los impactos que ya tienen el cambio climático, especialmente en zonas limítrofes con países donde algunas enfermedades están presentes, pese a que en Chile están virtualmente erradicadas. Del mismo modo, se deben fortalecer las medidas preventivas para estos nuevos escenarios sanitarios que enfrenta el planeta.

"Se deben fortalecer las medidas preventivas para estos nuevos escenarios sanitarios que enfrenta el planeta".

La calidad de la educación escolar nuevamente está en los titulares y es el bastión político para algunos sectores. Lo cierto es que los datos que ha mostrado el Ministerio de Educación recientemente da cuenta que uno de los indicadores, el referido a la deserción escolar, está "fuera de control". Esta situación no solo afecta a Chile, América Latina está viviendo esta problemática que, sin duda, se ha acrecentado por los efectos de la pandemia.

En concreto, en Chile, entre los años 2021 y 2022, algo más de 50.000 alumnos abandonaron las aulas, es decir, desertaron del sistema escolar, ¿dónde están esos niños, niñas y jóvenes?, a lo anterior se agrega que el 39% de los alumnos presenta ausentismo crónico, es decir, tienen ausencias que superar el 10% de las horas de escolaridad. ¿Qué están aprendiendo esos niños, niñas y jóvenes? En Tarapacá, la realidad no es mejor, más de 1.200 alumnos desertaron de la educación escolar y el 43% tiene ausentismo crónico en el año 2022, la situación es peor en los niveles de prekínder y kínder.

¿Quién podría restarse a preocuparse de esta situación?, lo cierto es que nadie y, más allá de los números, la situación planteada es realmente compleja y sí, será caótica en el mediano y largo plazo, no solo para los niños, niñas y jóvenes, también para el desarrollo de nuestro país en todos los ámbitos. Las razones de la deserción son multifactoriales, hoy contamos con diagnósticos que dan cuenta de lo que podría estar gatillando esta realidad y si las brechas que tenemos en los aprendizajes no fuesen suficientes, se agregan otros factores como la violencia que están viviendo las comunidades educativas y la falta de vacantes en regiones como la nuestra, que deja sin posibilidad de escolarización a decenas de niños y niñas. Este no es un tema que se resuelva solo con recursos económicos, en mi opinión se requiere que las acciones que se implementan apunten a abordar las causas de la deserción con una clara voluntad de medir el impacto de las acciones y, para que esto ocurra, se necesita entender, comprender la problemática en su esencia, abordarla sistémicamente y evaluar su impacto. Es una cuestión de urgencia, de recursos, pero mucho más de voluntad.

"En Chile, entre los años 2021 y 2022, algo más de 50.000 alumnos abandonaron las aulas".

Dra. Elsa Echeverría Olivares,, rectora de Santo Tomás Iquique

Salvo lo que sucede con Brasil y Argentina, como la mayoría de las veces, el resto de los equipos latinoamericanos sufren en el Mundial y al parecer Catar ha sido aún más complejo. Es de esperar que Uruguay logre avanzar.

Veredas

Pese a no ser grandes obras de ingeniería, las veredas del centro ya llevan más de un mes en labores y aún no hay ninguna calle terminada. Incluso en algunas zonas rompieron y se han mantenido sin avances. Es de esperar que en 2023 ya estén operativas.

Unap

La Universidad Arturo Prat conmemoró ayer sus 38 años al servicio de la educación en la Región de Tarapacá con su tradicional cuenta de gestión. Son miles los profesionales que han egresado de la casa de estudios iquiqueña y que ayer recordaron a su alma máter.