Tomas y déficit habitacional
No hay duda que la gran razón del aumento de tomas ilegales es la falta de viviendas, el alto valor de los arriendos y las dificultades que existen para acceder a los proyectos habitacionales existentes. Los precios son prohibitivos y por mucho que las familias hagan esfuerzos para no caer en una ilegalidad, se hace imposible frente a tamaños escollos.
Y no sorprende que este fenómeno se presente con mayor severidad en las comunas de la zona norte. Es esta zona que habitamos la que se ha quedado dormida en el tiempo, viviendo de la bonanza minera y olvidando a los muchos que no están directamente ligados con ese rubro y que nunca contarán con los recursos para optar a la casa propia.
El Gobierno lanzó el Programa de Emergencia Habitacional y pareciera que avanza a un ritmo más lento que las necesidades. Si se logra concretar, lo más probable es que quede desfasado con la realidad.
No es la solución total y por ende se requiere de otras políticas que apoyen lo presupuestado desde el Gobierno. Hay que sumar a otros actores, el sector privado puede hacer su aporte siempre y cuando se entreguen las condiciones para que puedan desempeñar bien su rol.
Hoy en Tarapacá 9.300 familias viven en campamentos, la cifra más alta luego de Valparaíso y la Región Metropolitana. Y es claro que el problema no se originó con el aumento de la migración irregular de los últimos dos años, sino que se trata de una problemática que se arrastra hace décadas y que refleja que las soluciones simplemente han sido minúsculas en comparación a las carencias.
Fueron años de descuido de los distintos gobiernos que no entendieron la importancia de entregar facilidades para la vivienda propia. Miles de hectáreas en manos de un Estado ineficiente e incapaz de generar una política que realmente favoreciera el desarrollo inmobiliario, pero al alcance de todos.
Hoy la situación hizo crisis y se requiere más que un plan de emergencia. Es obligatorio que se busquen soluciones mucho más amplias, participación de privados, de las ONGs, gobiernos regionales y comunales, analizar la factibilidad de la autoconstrucción y otras que ataquen de forma rápida y eficaz este problema creciente y que golpea fuerte a nuestra sociedad.
"Fueron años de descuido de los distintos gobiernos que no entendieron la importancia de entregar facilidades para la vivienda".