"Hoy dan medidas cautelares. A mí me privaron de libertad y alejaron de mi hijo"
Considera que su aporte en la sociedad hoy está en trabajar como jueza de policía local y desde allí ayudar a tener una mejor ciudad. También repasa el "Caso Muebles" y como tras ese complicado proceso pudo tener fortaleza y paz.
Una nueva etapa asegura vive la exdiputada y exintendenta Antonella Sciaraffia Estrada. Alejada de la política desde 2014, es jueza del Primer Juzgado de Policía Local y asegura que desde ese puesto ha podido ver un Iquique y una región de Tarapacá inmerso en muchos cambios, crisis, pero también oportunidades para mejorar. También trabaja a la par con sus colegas jueces en temas ciudad, destacando el apoyo de los funcionarios.
Fue distinguida como "ciudadana destacada" por la Municipalidad de Iquique y toma con humildad este reconocimiento. Dice que aceptó hablar sobre su presente y parte de su pasado motivada por su hijo Italo, quien ha sido su fortaleza. Repasa el denominado "Caso Muebles", por la imputación de fraude en la compra de mobiliario escolar, donde fue absuelta y recuperó "su vida".
-Hace unas semanas se le distinguió como Ciudadana Destacada. Cómo vive este reconocimiento. ¿Hay sentimientos encontrados?
-Estoy contenta porque este reconocimiento (entregado por la municipalidad de Iquique) llegó a sanar unas heridas y situaciones injustas del pasado y particularmente para mi hijo. Para él fue una reparación importante que ocurriera esto, porque tiene claro que siempre estuve en función del bien común y trabajar por los demás. Lo tomo con humildad. Estoy feliz hoy, trabajando en algo que tiene que ver con mi profesión de abogada.
-Ud. es jueza de policía local y ha tenido una intensa labor en fiscalización de los denominados cités. ¿Cómo ve esta precarización habitacional y la fragilidad del casco antiguo?
-Lo que he intentado es que la gente que vive en los cités, tenga condiciones humanas. A veces irresponsablemente en una casa se construyen 50 piezas y un baño, entonces las condiciones que viven esas personas con niños son deplorables. Voy a terreno, pero en esto no es perseguir a las personas que hacen este tipo de arriendo, sino hacerlas entrar en la regularidad y normas de habitabilidad. Hemos encontrado situaciones como segundos y terceros pisos sin barandas, laberintos y lo que hemos podido evitar son incendios donde pudieron haber muerto adultos mayores y niños. Y cuando eso ha ocurrido, implica que no alcanzamos a llegar ahí. Si hubiéramos tenido denuncias podríamos haber evitado una tragedia.
-¿Y cómo se puede evitar que ocurra un accidente en un cité?
-El enfoque de intervenir los cités es dar una solución a esa gente. Ordenarlos y hemos visto que recintos que eran un desastre cuentan con baños y otros servicios. Es posible hayan reducido la cantidad de piezas, pero han debido reinvertir los dineros, que antes no hacían y entrar en la regularidad de la Dirección de Obras Municipales. Nosotros hicimos una intervención de 76 cités en su momento.
-¿Cómo ve el desarrollo de Iquique?
-Creo que lo más importante para generar un desarrollo real de la ciudad es sumar la fuerza de todos. Las enemistades de las autoridades generan problemas en la comunidad, eso lo he aprendido en la madurez, para eso se deben aprovechar los recursos disponibles para proyectos en seguridad, cámaras, drones y lugares a intervenir. También se debe potenciar el tema turístico, pero si seguimos teniendo crímenes la gente no va a querer venir. Si se quiere mejorar Iquique, se debe potenciar los sistemas de seguridad y como jueces de policía local podemos hacer bastante en esto, pues somos la primera denuncia.
-En este contexto, ¿también se puede avanzar en el retiro del comercio ambulante?
-Se puede avanzar en la fiscalización, para tomar decisiones e intervenir ciertos sectores para generar orden y que las personas puedan circular por las calles sin temor, como ocurre hoy. Como jueces de policía local podemos aportar, pero también las policías, con quienes trabajamos y la autoridad municipal. Pero creo que hay que dar oportunidad de desarrollarse, creo que esta gran cantidad de emprendimientos que se hace en el borde costero, podría ser incentivo para que los sectores desordenados se regularicen.
-Hoy un exintendente está imputado en el denominado caso "Cajas de Alimentos" y se le formalizó. Ud. fue la primera autoridad procesada por un tema administrativo. ¿Qué opina de esta situación?
-Debo decir que en mi caso, fue un tema político. Lamentablemente los filtros que debieron haber existido para evitar una permeabilidad del sistema, por razones políticas no funcionaron. Del punto de vista humano fue desgarrador, porque había tenido una trayectoria reconocida y ver un cuestionamiento de esa naturaleza... no funcionaron las instituciones en ser rigurosos investigando. Tanto es así que yo fui absuelta en dos juicios consecutivos. El primero se anuló por caso de forma y otros jueces debieron ver lo mismo en el segundo juicio, con 7 meses el primero y 5 meses el segundo, para determinar mi absolución.
-Ud. fue privada de libertad durante ese proceso y ahora se optó por medidas cautelares a los implicados en este caso…
-Durante todo ese análisis que hicieron 8 jueces en el fondo, todos concluyeron que había un error y había sido acusada injustamente. Tú te preguntas, ¿falló el sistema de análisis?, ¿qué pasó? Y ahí yo creo que lamentablemente primaron otras cosas, que espero que en este caso que está pasando hoy día no ocurra lo mismo. Y por lo menos yo me alegré de ver que dijeron (en la formalización) que mientras no tengamos un juicio, a la persona no la vamos a privar de libertad. En cambio yo no tuve ese privilegio. Me privaron de libertad, me alejaron de mi hijo único y después que viví eso, fue doloroso, pero aprendí mucho. Ayudé a una persona privada de libertad que tenía cáncer y una madre con depresión. A mí nunca nadie me indemnizó por este caso.
-Ud. fue absuelta, pero nunca presentó una demanda de indemnización. ¿Por qué no lo hizo?
-Este caso me provocó crisis de pánico. Cuando debía preparar la demanda, sufría malestares. No podía ver esos papeles y en una parte se me fue pasando el plazo y la verdad, yo ya me sané espiritual y físicamente. No tengo odio, tampoco mi familia. Trabajo desde el amor, todos los días en el tribunal y es como uno debe enfrentar estos golpes de la vida. Una injusticia muy grande, pero Dios puso las cosas en su lugar.