Recientemente se conocieron los resultados de la Prueba de Admisión a la Educación Superior (PAES) 2022, en donde once jóvenes, mujeres y hombres de Tarapacá, obtuvieron resultados sobresalientes a nivel nacional. Estamos frente al despertar de una nueva generación tarapaqueña que nos enorgullece y que debiera despertar un sentido de responsabilidad en las más antiguas, haciéndonos parte de las soluciones para que todas y todos tengan las mismas oportunidades de desarrollarse.
Hasta no hace muchos años, las mujeres no podían entrar a una faena minera, ingresar a una obra en construcción, ni tampoco subirse a un barco, porque era de mala suerte. Esta realidad nos parece tan lejana en medio de una sociedad que sentimos moderna, sin embargo, estos sesgos aún están presentes. En el proceso de postulación a las universidades chilenas en 2021, el 22% de las matrículas en carreras del ámbito de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, correspondió a mujeres, de acuerdo a Segunda Radiografía de Género en Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, del Ministerio de Ciencias. Esta cifra es lamentable. En medio de los desafíos que nos impone el cambio climático, las pandemias, la actual y las que vienen, entre otros fenómenos, es impensable creer que es posible hacerles frente y desarrollarnos, contando con el 50% del talento de la población, es decir los hombres.
Necesitamos más mujeres en todos los ámbitos y desde el sector privado podemos y debemos aportar a cerrar esta enorme brecha. Desde nuestra Cámara, a nivel nacional y regional, nos propusimos promover el acceso de más mujeres a la industria de la construcción. Con ese fin, celebramos alianzas con universidades para mostrarles a las jóvenes las posibilidades de desarrollo que ofrece nuestra industria a todos los talentos sin exclusión. Al mismo tiempo, dictamos talleres para mujeres en oficios como ceramistas, electricistas y carpinteras, no sólo buscando abrirles la posibilidad de una nueva fuente laboral, sino que también para que sean un ejemplo frente a sus hijas y niñas del barrio. Así estamos aportando a crear nueva cultura, una en donde el talento no tiene género.
Es un imperativo abrirles los espacios a todas y todos, derribar las barreras, visibles e invisibles, porque nuestra región, nuestro país, necesita a las y los mejores para lograr su desarrollo.
"Es un imperativo abrirles los espacios a todas y todos, derribar las barreras".
Iván Berrios Camilo,, presidente Regional Cámara Chilena de la Construcción