El Gobierno y el Ministerio del Trabajo celebraron esta semana los avances que ha mostrado el Proyecto de 40 horas en el Congreso, que cerró un nuevo ciclo al votarse y aprobarse el último paquete de indicaciones en la Comisión de Trabajo del Senado, dando un paso significativo para continuar la tramitación en sala durante marzo. Desde el Gobierno agradecieron a quienes han participado en el diálogo tripartito, entre empleadores, trabajadores y Gobierno, y que se extendió a los distintos sectores productivos del país, además de las distintas sensibilidades políticas, destacando los acuerdos que han legitimado esta iniciativa, que poco a poco va viendo luz verde definitiva.

Durante la sesión de pasado miércoles, entre las indicaciones aprobadas se encuentra la relacionada con que las madres y padres trabajadores de niños y niñas de hasta doce años, y las personas cuidadoras, tengan derecho a una banda de dos horas en total, dentro de la que podrán anticipar o retrasar hasta en una hora el comienzo de sus labores, determinando así también el horario de salida al final de la jornada.

También, se establece la posibilidad de acordar con el trabajador o la trabajadora que la jornada ordinaria de 40 horas se cumpla en un promedio de hasta 4 semanas, con un máximo de 45 horas semanales. Y se estipula que en caso que el trabajador sea sindicalizado, la empresa deberá contar con acuerdo de la organización representativa de las y los trabajadores, para que así, a través de un acuerdo colectivo entre la empresa y el sindicato, se pueda pactar una jornada semanal de hasta 52 horas, la que solo implicará a los socios.

El espíritu de esta iniciativa evidentemente busca recuperar espacios que se han perdido debido al ritmo de vida actual y sus necesidades. En muchas familias, los horarios de trabajo y en algunas ciudades, de desplazamiento, impiden que se pueda comparte más tiempo. Por otro lado busca hacer más eficiente la labor evitando tiempos muertos que se pueden aprovechar para la familia.

Se espera que el proyecto avance respondiendo a este espíritu, mejorando la calidad de vida, como también la productividad.

"El espíritu de esta iniciativa evidentemente busca recuperar espacios que se han perdido debido al ritmo de vida actual".

El regreso a casa el cuerpo portaba resto de sal y sabía a salado. El agua salada habitaba todos los poros. De ahí la necesidad de pedirle a la dueña de casa, de esas casas hermosas de la calle Amunátegui, hoy convertidas en pub, que con manguera en mano, te ayudara a sacar la sal. Algunas tenían higueras que te ofrecían generosamente brevas. La familia Gallo habitaba una de esas mansiones. Nuestra infancia las veía así.

En casa te esperaba ese baño, que consistía en un tambor de aceite encementado por dentro, y con jarros de latón, el agua halada, te devolvía el sabor al barrio, al hogar de la calle Bolívar. El calefont era un lujo de unos pocos. El té y el pan con mantequilla, al caer la tarde te daba el impulso necesario para irse al camino a jugar a la chaya y a escuchar la música en vivo. El ritmo de la ciudad era de 45 revoluciones por minutos. Y la luna se parecía a un vinilo de 33. "El lado oscuro de la luna" aun no se grababa.

Por las tres radioemisoras se escuchaban las canciones de verano. Había cantantes especializados en esa estación del año. Una de las más taquilleras que recuerdo era la del "Verano Naranja" de Donald, un discreto cantante argentino. La Nueva Ola, se alimentó de estos meses. Gloria Aguirre, nos interpretaba una canción de Gino Paoli, "Sabor a salado" creíamos que a nosotros nos susurraba. "Cuando sales del agua/ a secarte en la arena". Empieza a despertar el adolescente. El paroxismo se alcanzó con "Fuiste mía un verano" de Favio con ese verso "como olvidar tu pelo". Larry Wilson y Alan y sus Bates, entre tantos otros le cantaban a esa larga estación del año. Un grupo español Los Diablos, le puso un ritmo contagioso a los meses de enero y febrero: "Un rayo de sol…".

A la hora de las canciones favoritas me quedo con esa de nuestro Mick Jagger: "Entre la arena y el mar", del gran Peter Rock, que entre sus otras gracias, imitaba a Cantinflas.

"Gloria Aguirre, nos interpretaba una canción de Gino Paoli, "Sabor a salado" creíamos que a nosotros nos susurraba".

Bernardo Guerrero,, sociólogo, Unap

Excelente idea de poner más basureros en las calles, no obstante se queda chica. Deberían instalarlos por toda la ciudad y con un recorrido en doble jornada para ir desocupándolos, ojalá con sistema de separación de residuos.

Alto Hospicio

La situación delincuencial que afecta a Alto Hospicio es un tema que se veía venir y que muchas veces se alertó, sobre todo con el crecimiento de los asentamientos irregulares donde en medio de la vulnerabilidad se esconden bandas delictuales. Hay que hacerse cargo.

Invierno altiplánico

Con la llegada de febrero los efectos del invierno altiplánico traen consigo el aumento de las lluvias estivales. Es preciso que se puedan anticipar las medidas en caso de que se generen situaciones donde haya que socorrer a los pobladores de las comunas del interior.