Niñas de América Latina cuentan sus logros y motivaciones en ciencias
Para ellas, la curiosidad es clave para el éxito en estas áreas. Chile es uno de los países de la región donde más faltan mujeres en STEM.
EFE / N.E.
Un robot rescatista, una casa domótica y un oso de peluche con tecnología para la identificación de niños refugiados son algunos inventos con los que niñas y adolescentes latinoamericanas buscan romper estereotipos e inspirar a otras a explorar la ciencia.
"En Corinto todo eso de la tecnología, de la ciencia, es muy complejo, también que lleguen oportunidades o ayudas por el tema de la violencia", dijo a EFE la colombiana Ingrid Guachetá, quien, pese a haber nacido en un caserío y en una zonas muy azotada por el conflicto armado, a los 14 realizó su sueño de ir la NASA.
Aunque ha vivido de cerca la guerra, ni la violencia ni la escasez de recursos económicos y tecnológicos han mermado su interé.
"Trabajamos un proyecto para que las niñas se empoderen para conocer un poco más sobre la ciencia en municipios como los de nosotros. Son ferias, conferencias con personas que saben mucho, para que las puedan inspirar a ellas como nos inspiraron a nosotras", explicó Ingrid, quien viajó a la NASA.
ONU Mujeres, Unesco, gobiernos y privados buscan que cada vez más niñas se vinculen a la ciencia y a la tecnología, áreas claves para la economía y el desarrollo social.
De curiosa a científica
Gloria Esther Recinos, conocida en Guatemala como la niña inventora, recuerda cómo nació su "robot rescatista": el 1 de octubre de 2015, cuando ella tenía 11 años, un alud sepultó más de dos centenares de residencias, dejando 280 muertos, en un sitio próximo a la capital guatemalteca.
"Esta tragedia me llevó a crear un prototipo de robot que se guiaba por la luz de una linterna y por instrucciones a control remoto. El robot podía meterse entre los escombros y detectar a una persona, indicando la posición exacta a los rescatistas", relató la hoy estudiante de Ingeniería Biomédica.
Gloria Esther, de 18 años, atribuye a la curiosidad su carrera prolífica en la robótica, en la que ha sido premiada por el diseño de una casa domótica, una prótesis robótica de mano y brazo y un proyecto de energías alternativas.
"Mi mensaje para las niñas y adolescentes es que busquen algo que las motive y les cause curiosidad para mantener su mente trabajando y no quedarse atrás", afirmó.
Lo mismo dijo la venezolana Alai Miranda, quien se acercó a la programación a los 6 años y es la creadora de "Alibubu", un oso de peluche con un dispositivo inalámbrico que sirve para guardar los datos personales de niños refugiados que viajan por Europa solos y sin identificación.
"No todas las niñas tienen los mismos medios que yo tenía, pero sí tienen curiosidad. Me gusta pensar que a muchas niñas con acceso a internet la curiosidad les permitirá usarla de manera diferente y ser autodidactas", añadió la joven residente en España.
Brecha de género
"Yo no lo veo como que dependa de ser hombre o de ser mujer. Si alguien es mejor que yo en matemáticas no es porque sea hombre, es porque es una persona que simplemente tiene mayor habilidad", dijo la chilena Diana Ávalos, de 12 años y voluntaria de la Asociación de Mujeres Jóvenes por las Ideas (AMUJI), organización latinoamericana "de niñas para niñas" que promueve su protagonismo en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
"Yo tengo mayor habilidad en la ciencia y me molesta cuando se hacen divisiones de género", subrayó la apasionada por la astronomía al referirse a las brechas en STEM.
Es que, aunque Latinoamérica y el Caribe es, junto con Asia Central, una de las dos regiones que se acerca a la paridad de hombres y mujeres investigadores, aún existe una menor representación femenina en varios campos de la ciencia.
Según datos de 2020 de ONU Mujeres, Argentina, Cuba, Guatemala, Panamá, Paraguay, Trinidad y Tobago y Uruguay alcanzaron la paridad en STEM. Venezuela atravesó el umbral, con el 60% de investigadoras.
Costa Rica (42,8%), Ecuador (41,1%), Honduras (41%), El Salvador (39,2%), Bolivia (37,5%) y Colombia (37,3%) están acercándose. Mientras que en Chile, México y Perú las mujeres todavía representan menos del 34% del total.