Ignacio Silva

Antonia González dice que la silla de auto fue uno de los últimos detalles en los que pensé durante los meses previos al nacimiento de su hijo, hace poco más de un año.

Pero cuando junto a su pareja quisieron comprar una, hubo un detalle que los abrumó. "Nos pusimos a buscar y nos dimos cuenta que habían demasiadas opciones. Eran tantas que nos complicamos y terminamos aplazando la decisión hasta el final, porque queríamos investigar", comenta.

Es justamente esa una de las razones que menciona el gerente de movilidad del Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, a la hora de explicar por qué sólo el 33% de los automovilistas en Chile traslada a los niños utilizando un sistema de retención infantil, como sillas para vehículos o alzadores.

El dato lo reveló la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), en un informe donde también se consigna que el 90% de quienes sí ocupan el implemento lo hacen incorrectamente.

"Uno de los grandes problemas que tenemos en Chile es que como este es el mercado más abierto del mundo, acá se venden cerca de 400 modelos de sillas. En Estados Unidos, que es la cuna de la economía de libre mercado, se venden cerca de 200 modelos, mientras que en Inglaterra, el país más seguro del mundo, no se venden más de 100 modelos", explica el especialista. "Entonces esta gran oferta hace que estadísticamente sea muy factible que la gente no ocupe sillas o, si lo hacen, que el 90% esté mal instaladas".

Pero fuera de esta, Escobar dice que hay otras problemáticas que se entremezclan en esta situación. Una de ellas es la pandemia.

"Lamentablemente esta cifra se produjo durante la pandemia. Hasta antes de la pandemia había un 49% de uso de la silla, que todavía era muy insuficiente. Pero en estos tres años perdimos 20 puntos. Y tiene que ver con que la gente relajó la conducta, con que la gente considera que no pasa nada si no usa una silla. Y por otro lado hay factores bien subjetivos. La gente dice, por ejemplo, que las sillas son muy caras. Y la verdad es que las sillas de niño cuestan tres o hasta cuatro veces menos que un teléfono celular", argumenta.

A eso, dice, se suma la dificultad que conlleva de por sí la instalación de la silla.

"Instalar una silla de auto es muy difícil. Aquí y en cualquier parte del mundo. Tú necesitas una cierta experticia para instalar bien la silla, por eso hay gente que está certificada para revisión e instalación de sillas de niños", suma Escobar.

Certificación

Pese a su porcentaje de uso, entre los especialistas hay consenso respecto a la importancia de los sistemas de retención infantil, que se debe ocupar desde los primeros días después de nacido el niño y hasta cuando llegue a medir 1.35 metros y/o a pesar 45 kilos.

Alberto Escobar lo resume explicando que en el automóvil, es "el equivalente al cinturón de seguridad" de los ocupantes adultos.

"Además se debe asumir que los niños son muchísimo más vulnerables que los adultos en términos de su composición ósea, muscular y de órganos. Por lo tanto, debemos trasladarlos en esta especie de armadura para protegerlos ante un siniestro vial", explica. "Y lo que es peor, un niño que sale arrojado por el parabrisas tiene un 80% de posibilidades de resultar muerto o seriamente lesionado. Entonces la silla de seguridad es clave. No hay ninguna discusión ni justificación para no tener una silla de niño".

¿En qué fijarse al momento de comprar una silla? Para Escobar, una de las claves es buscar sillas certificadas. "Las sillas en Chile tienen una certificación, que es un autoadhesivo amarillo enorme que te indica que esa silla fue certificada. Y si tiene ese autoadhesivo, no es necesario comprar la silla más cara. Teniendo ese sello, una silla que vale 60 o 70 mil pesos es perfectamente válida para trasladar a un niño", comenta.

Otra clave es ir con el automóvil en el que se usará y hacer la compra en tiendas especializadas, donde haya una persona calificada que pueda realizar la instalación.

"Lo otro que es muy relevante es tratar de comprar un auto que venga con un sistema isofich o latch para la instalación, porque lo hace un poco más fácil. Y en cuanto a la silla, idealmente comprarla en Chile, no traerlas de afuera porque esas sillas a veces pueden ser muy llamativas pero puede que no estén certificadas, y eso también produce un problema", comenta el especialista.

"Un niño que sale arrojado por el parabrisas tiene 80% de opciones de morir o lesionarse grave".

Alberto Escobar, Gte. movilidad Automovil Club