Violencia escolar, grave escenario
Poco antes de cumplirse un mes del inicio oficial de las clases, la violencia escolar vuelve a instalarse como un tema complejo. Desde el retorno a la presencialidad, estas situaciones han sido de muy difícil manejo y, lo que es peor, parecen ir en escalada.
Tanto a nivel nacional como regional ya se han registrado una serie de situaciones que demandan la máxima atención de las autoridades, sobre todo aquellas ligadas a la educación, desde donde advierten la relevancia de potenciar la convivencia escolar, uno de los aspectos más afectados por los extensos confinamientos provocados por la pandemia.
De acuerdo al último reporte entregado por la Superintendencia de Educación, entre el 1 de enero y el 15 de marzo de este año ya ingresaron 10 denuncias de violencia hacia y entre estudiantes o párvulos de la región, número que podría aumentar si se consideran las últimas semanas. A nivel país ya sumaron 374.
En ese sentido, bien vale la pena redoblar esfuerzos para evitar que estos problemas continúen avanzando.
Es claro que no se trata de un fenómeno particular de la región, toda vez que durante estos días se conocieron informaciones que dan cuenta, por ejemplo, de una pelea en un establecimiento de la comuna de Puente Alto, enfrentamiento que dejó a ocho personas lesionadas. Evidentemente ya no se pueden calificar estos hechos como aislados, sobre todo porque la enorme mayoría de casos no son de conocimiento público, aunque de igual forma causan un tremendo impacto en las víctimas y en todos los integrantes de las comunidades educativas.
Es clave que desde ahora y sin perder más tiempo, se tomen acciones que apunten a evitar la normalización de la violencia, un verdadero mal que está permeando los distintos ámbitos de la sociedad. Sin embargo, esa responsabilidad no puede solo dejarse en manos de los establecimientos educacionales, sobre todo porque su origen va mucho más allá de las aulas y se relaciona más bien con la forma de interactuar que hoy exhiben los adultos.
Es momento de poner freno a este escenario, antes que la situación se termine por escapar de las manos.
"Es clave que desde ahora y sin perder más tiempo, se tomen acciones que apunten a evitar la normalización de la violencia".