Trabajar unidos por la seguridad
El escenario delictual que vive Chile y Tarapacá demandan un urgente esfuerzo. Una tarea que tiene que ser liderada por las autoridades, quienes deben definir las políticas públicas tendientes a solucionar los problemas, pero que obligatoriamente necesitarán la participación de todos.
En ese sentido, es importante que junto al trabajo que desarrolle el Ejecutivo se incluya la labor del gobierno regional, municipios, empresas, organizaciones sociales, deportivas, de vecinos y todas las que demandan soluciones y proyecciones.
Es evidente que la inseguridad ha avanzado de un modo exponencial y las medidas que se puedan adoptar no serán suficientes si no se enfrenta como un desafío de sociedad. De unirse y sumar esfuerzos para que la delincuencia no siga creciendo, con organización y con el apoyo de quienes están a cargo de la paz social.
Pueden ser aportes sencillos, los que se convierten en decisivos si son bien aplicados. Aspectos básicos como conocerse entre vecinos, detectar flancos que pueden ser explotados por los delincuentes, incorporar hábitos de seguridad en el diario vivir, también pueden significar un real aporte.
Si a ello se suma lo que hagan las policías, fiscales y tribunales de justicia, sin duda que se estaría avanzando en una solución.
Hoy vivir sin miedo es la prioridad para el grueso de la población. Lo mismo que para autoridades, y en eso no hay dobles lecturas: es momento de enfrentar con acciones el avance la de delincuencia y del crimen organizado, un verdadero cáncer que está creciendo en la mayoría de las ciudades, especialmente del norte.
Deslindar responsabilidades y exigir soluciones, ya no va con lo que se requiere. Detectar los problemas, presentarlos, exigir ayuda, proponer soluciones, aportar con ideas y prácticas, es lo que exige la contingencia.
Si se logra entender, el éxito estará más cerca. La convocatoria parte de nuestros líderes, quienes deben hacer el llamado al que se debe concurrir prestos y dispuestos.
Ya no sirve ser espectadores o críticos de la gestión. Es tiempo de generar un nuevo modo de resolución de crisis, que no tiene mucho de novedoso, pero que con el paso de los años se ha dejado de lado. Lo que viene es unirse, sumar fuerzas y respetar los acuerdos para cumplir el objetivos.
"La inseguridad ha avanzado de un modo exponencial y las medidas que se puedan adoptar no serán suficientes si no se enfrenta como un desafío de sociedad".