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Levantan monolito en el Estrecho de Magallanes en honor a militar iquiqueño

El capitán Rafael Cruz estuvo a cargo de un batallón en los momentos más tensos del conflicto de Beagle.
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Jorge Muñoz Geraldo - La Estrella de Iquique

Un monolito y una bandera chilena, levantados en la inhóspita localidad conocida como la Hacienda Ciaike, en plena pampa del Estrecho de Magallanes, recuerda la historia del capitán Rafael Cruz Orellana, un militar iquiqueño que estuvo en este mismo lugar, hace 45 años, atrincherado junto a un grupo de fusileros a su cargo, en los momentos de mayor tención del conflicto de Beagle

En una ceremonia encabezada por la alcaldesa de San Gregorio, en la que participaron excompañeros del capitán Cruz durante la crisis del 1978, inauguraron oficialmente este monumento que lleva su nombre, instalado, además, en el lugar donde pidió que fueran esparcidas sus cenizas, el año 2018, cuando falleció a causa de un cáncer.

"Llegamos a este lugar para recordar a una figura nuestra, que fue el capitán Raúl Cruz Orellana, un oficial de ejercito que en vida pidió que sus cenizas fueran esparcidas en estos terrenos", recordó durante la ceremonia Germán Flores, soldado conscripto durante la crisis.

En ese sentido, su hermana, Lida Cruz, comentó que esta es una historia que los iquiqueños deberían conocer y valorar, sobre todo por la valentía y el liderazgo que tuvo este militar, criado en el barrio Riquelme, frente al antiguo regimiento Carampangue, cuando Chile estuvo a minutos de comenzar una guerra con Argentina.

"Los iquiqueños no saben que un iquiqueño defendió a Chile, el dijo en ese momento 'si hay que morir, morimos todos´, los iquiqueños no saben de este acto patriótico que tuvo él. Es un orgullo para nuestra familia", indicó Lida.

"Ellos estuvieron ahí soportando frío, este conflicto fue largo y estuvimos a minutos de que se produjera la guerra entre Chile y Argentina y gracias a dios no fue así y ahí estuvo mi hermano, muerto de frío, porque estaban en una pampa allá en Punta Arenas, con viento helado, hielo, pero Rafael cuidó mucho de su gente y de sus subalternos. Hasta el día de hoy se acuerdan de él, por eso le hicieron un monumento", expresó con emoción.

Iquiqueño neto

Lida Cruz, dijo que, en las últimas semanas de vida del capitán, éste pidió que sus cenizas fueron esparcidas en la Hacienda Ciaike, pero también en las aguas donde aprendió a nadar en Iquique. "Él era un iquiqueño neto", afirmó.

"Él cuando ya estaba enfermo de cáncer, quiso que parte de sus cenizas estuvieran acá en el mar de Iquique y la otra parte en Punta Arenas. Él fue un iquiqueño neto toda la vida, por eso quiso que parte de sus cenizas las tiraran en la poza de los patos, donde aprendió a nadar junto a mi hermano Guillermo", relató.

Exestudiante del colegio Don Bosco y con un paso por la carrera de pedagogía en inglés, interrumpido por su deseo desde niño de ser militar, el iquiqueño Rafael Orellana se inmortalizó en Magallanes. "En su lecho de muerte le pidió a su señora que sus cenizas fueran esparcidas en el mar de Iquique y el resto en Ciaike", contó su hermana.

"En su lecho de muerte le pidió a su señora que sus cenizas fueran esparcidas en el mar de iquique y el resto en la Hacienda Ciaike, en Magallanes".

Lida Cruz,, hermana del capitán Rafael Cruz.