Vecinos de diversos sectores de Iquique, incluso quienes trabajan o residen en el sector centro de la ciudad, han alertado sobre las deficiencias del alumbrado público, situación que se arrastra hace bastante tiempo y que contribuye a potenciar la sensación de inseguridad por la que actualmente atraviesan los barrios.

En la edición del lunes 17 de abril de este Diario, dirigentes vecinales del centro dieron cuenta -una vez más- de esta problemática, acusando que el sistema recibe escasa o nula mantención, lo que finalmente deriva en que buena parte del paseo Baquedano quede prácticamente a oscuras durante la noche, lo que claramente facilita la acción de la delincuencia.

Lamentablemente, este escenario se repite en otras calles de la capital regional, incluso en Avenida Prat, vía ampliamente transitada y donde la situación genera varios riesgos.

Hace poco se informó sobre la reposición del alumbrado en la ruta A-16, lo que sin duda significa una mejora. Sin embargo, es claro que acciones de ese tipo también se necesitan con urgencia en los sectores residenciales, donde se generan la mayor parte de los delitos.

Hoy, cuando existe consenso respecto a la urgente necesidad de fortalecer las medidas de seguridad para ir devolviendo la tranquilidad a los vecinos, parece evidente que mejorar la iluminación de la ciudad es una pieza clave en esta estrategia.

De forma frecuente las policías recomiendan a los ciudadanos evitar los sitios sin iluminación, no obstante, ¿qué se puede hacer cuando estos están situados en medio de la comuna? La respuesta parece no dejar espacios a interpretaciones.

Es importante, entonces, que las autoridades aceleren las gestiones para solucionar este problema y eso parte por la oportuna fiscalización de los puntos más críticos, muchos de los cuales presentan esa condición hace ya largos meses.

Junto a medidas como el aumento de dotación policial para enfrentar a la delincuencia, la reposición del alumbrado público podría significar la primera barrera para evitar asaltos, hurtos y robos, entre otros delitos, que mantienen con temor a los iquiqueños.

"Es importante, entonces, que las autoridades aceleren las gestiones para solucionar este problema .

El próximo domingo 23 de abril se conmemora en todo el mundo el día internacional del libro y el derecho de autor. El Colegio de Bibliotecarios de Chile nos ha regalado un bello suplemento especial del CBC Magazine, donde vienen entrevistas, artículos, reflexiones, donde lo más importante es la explicación sobre el origen de la tan necesaria Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas para nuestro país.

Una de las preguntas que se hace en el Magazine es: ¿Qué autor(a) o autores(as) chilenos recomendarían para ser leídos alguna vez en la vida? Al formularme una pregunta más específica y pertinente a nuestra región: ¿Cuáles autores y sus obras les recomendaría para ser leídos?, entonces recordé aquellos que se seleccionaron para el CATÁLOGO BIBLIOGRÁFICO DE TARAPACÁ 2022-23. Víctor Domingo Silva y su novela "La Pampa Trágica; María Elena Gertner "La mujer de sal"; Iris di Caro "Hechizo de La Tirana"; Alberto Carrizo "Peregrino latido entre siglos", poesía; Biddy Forstal Comber "Crepúsculo en un balcón frente a los Andes. Ingleses y la pampa salitrera"; Iván Vera Pinto "Coruña, la ira de los vientos", obra de teatro inspirada en la novela de Luis González Zenteno "Los Pampinos"; Guillermo Ward "La carpa azul"; Danitza Fuentelzar "Inalámbrica", poesía; Guillermo Ross Murray "Fábulas y re-fábulas"; Guillermo Jorquera "Teatro encanto"; Diego Zúñiga "Camanchaca"; Javiera Rejas "Wrong"; Francisca Palma "Iquique Glorioso"; Jonathan Guillén "Abandono", poesía; Javier Vilca Ticuna "Al Reencuentro con la Pachamama".

Si me preguntaran respecto de una obra para destacar este 23 de abril, escogería la novela "Tarapacá", no por su valor literario, sino por su valor testimonial de un momento trágico de nuestra historia regional, por ser un texto de anticipación, porque editada en 1903 se adelanta lo que sucedería en diciembre de 1907 en Iquique; aunque con un final menos feliz para los reales líderes de esa huelga que el epílogo imaginado por los autores de la novela para el protagonista, el obrero Juan Pérez. "Tarapacá" fue repudiada y destruida como una novela maldita. Sus autores -Osvaldo López Mellafe y Nicanor Polo- sabían lo que enfrentarían, por ello, utilizaron el seudónimo de Juanito Zola. De todos modos, a López, editor del periódico El Pueblo, del partido Demócrata, le dieron una paliza y le quemaron su imprenta. Se marchó de Iquique en 1906, un año antes de los sucesos de la escuela Santa María.

Solo un par de ejemplares de la novela "Tarapacá" se salvó y uno sobrevive en la Biblioteca Nacional. Gracias a ello, el año 2006 el CREAR (ediciones El Jote Errante) muy acertadamente volvió a editar esta novela como un testimonio de época para las generaciones actuales y futuras.

"Si me preguntaran respecto de una obra para destacar este 23 de abril, escogería la novela "Tarapacá"".

Sergio Gonález Miranda, Premio Nacional de Historia 2014

En calle Teresa Wilms Montt, frente a la entrada de camiones del supermercado Lider, la reja del bandejón central está completamente destruida y claramente genera un riesgo de accidente. Alguien podría revisarla...

Motos

Todas las noches las calles del sector sur de Iquique se estremecen con el ruido de las motos que transitan a alta velocidad por las principales avenidas. Es tan recurrente el problema, que es claro que existe cero fiscalización al tránsito en esa zona de la ciudad.

Animales muertos

Es importante que los vecinos eviten a los animales muertos en la zona costera, pero también es necesario que las autoridades sanitarias y del área reaccionen de manera más rápida para retirar los cuerpos de un lugar tan concurrido como Playa Brava.