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[Bernardo Guerrero, sociólogo y académico de la Unap:]

"Hoy no existen sindicatos, los lugares donde funcionaban están vacíos"

El académico hace un recorrido por el mundo laboral de la región, desde la matanza de la Escuela Santa María, pasando por la época salitrera. Cuestiona el individualismo actual de los trabajadores y la desaparición de los sindicatos.
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Romel J. Puche

Los cambios en el campo laboral regional, la minería y las pesqueras, el arribo de las colonias e incluso el olvido de la memoria histórica en la lucha de la clase obrera, para el sociólogo Bernardo Guerrero ha traído consigo la lucha individual de los trabajadores de la zona y del país.

El académico insta al rescate de las organizaciones sindicales, como instrumento de conquista de las reivindicaciones sociales para la mejora en la calidad y condiciones del empleo en la región, marcada por una tasa de desocupación de un 8,1% según quedó asentado en la última Encuesta Nacional de Empleo (INE).

Desde la época salitrera... ¿Qué tanto ha cambiado el empleo en la región?

- Ha cambiado diametralmente, y podríamos decir que a partir de los años 1900, que son las épocas de las grandes movilizaciones obreras en las zonas mineras del norte, se caracterizó siempre por tener un movimiento obrero disciplinado y organizado, que tenía muy claro cuáles eran sus demandas en cuanto a grupo social. En el norte grande tenemos la importancia por ejemplo de Luis Emilio Recabarren, que en 1912 forma el Partido Socialista Obrero, que después va a ser el Partido Comunista, o en 1909 que se formó la Federación Obrera de Chile, que después con el tiempo pasa a ser la Central Única de Trabajadores, entonces, tenemos un ciclo largo de muchas movilizaciones y una clase obrera organizada, que por qué estaba, porque estaba la minería, pero no hay que olvidarse nunca que los primeros que empezaron a movilizarse en el Norte Grande eran artesanos, lancheros, es decir, no única y exclusivamente el pampino.

¿Qué impacto causó en la sociedad laboral de la época la matanza de la Escuela Santa María?

- Fue un trauma muy grande, pero nunca se dejó de organizar, no fue un movimiento que murió producto de la barbarie del 21 de diciembre de 1907 (...) el Norte Grande tiene una historia de movimiento obrero que no la tiene el resto del país, ahora de eso ya no queda, desapareció todo eso, quedan los expampinos que no tienen ya esta conciencia de clase que tenían los viejos que lucharon por el jornal, los que estaban con las demandas en 1907, que cobraban fichas en vez de dinero. Fue un impacto muy grande.

En los tiempos que corren, con leyes, por ejemplo, de reducción en jornadas laboral e iniciativas en pro de los trabajadores, ¿qué falta por hacer en la región por estas personas?

- Hace falta educación a los grupos más desposeídos, sacarlos de la vorágine del consumismo en la cual están metidos, aumentar la calidad de vida y que esto sea solamente a través de la organización, incluso en los temas de seguridad, que no es un tema policial, es de organización territorial con juntas de vecinos, clubes deportivos, sindicatos. Hoy día no existen sindicatos, los lugares donde funcionaban los sindicatos están vacíos. Por ejemplo, no hay actividad en los sindicatos y eso habla de un vacío muy fuerte y muy potente, hoy día el individualismo, producto también del modelo económico neoliberal ha hecho que primero estoy yo y después los otros, prueba de ello que nadie quiere que la previsión sea solidaria, todos quieren ahorro individual y en ese sentido tenemos que luchar contra esa subjetividad neoliberal e instalar una más democrática.

¿Usted cree que el impacto de la migración en Tarapacá ha sido positivo para generar mayor recurso humano?

- Eso va a depender del tipo de migrante que llegue. Por ejemplo, el migrante peruano y boliviano son altamente calificados en la construcción, son unos maestros en trabajar en arreglos en casas, mueblería, y también los colombianos llegan acá a hacer funciones que nadie más hace, como por ejemplo tornerías y ese tipo de trabajos y lo otro es que no hay que olvidar que Iquique es zona de migrantes, si perdemos de vista que el Norte Grande es multicultural por excelencia, estamos perdiendo las proporciones. Ahora, respecto a esta nueva migración venezolana sabemos muy poco qué tipo de calificación tienen. Es un desafío. Sin duda alguna las migraciones son aportes, pero tienen que estar regularizadas y saber quiénes son los que están ingresando, porque ahí se van a abrir puertas a manos de obra que no existen, porque los locales no quieren hacer algunos tipos de trabajos como el de aseo.

Qué opina de los emprendedores... ¿Cree que traiga un impacto positivo abandonar empresas o empleos rutinarios para comenzar a emprender?

- No hay ningún estudio que haga una evaluación de qué significa el emprendimiento y el impacto sobre la economía regional, creo que sobre el emprendimiento y la innovación hay mucha ideología. Yo a veces digo que el emprendimiento no es más que una estrategia de sobrevivencia. Si yo me instalo en una esquina a vender completos, y le pongo ahí carrito emprendedor, no me estoy equivocando, es subsistencia. Hay que tener mucho cuidado porque si el Estado y la empresa privada no se ponen verdaderamente con lo que es el emprendimiento y la innovación (...) porque estaríamos copiando la mitología de que Rockefeller hizo la fortuna lustrando zapatos y sabemos que es un mito.

"El modelo económico ha hecho que primero estoy yo y después los otros

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