Inasistencias y apoyo a la educación
Nuevamente este año ha estado marcado por las inasistencias escolares y pese a que la emergencia mundial por la pandemia de coronavirus terminó, está resultando complejo retomar el nivel de asistencia regular en los establecimientos educacionales.
Ahora los otros virus respiratorios están generando bastantes dolores de cabeza a los padres, ya que los cuadros son más agresivos y muchos niños se han contagiado, lo que deriva en días de clases perdidos. Incluso en casos más extremos han llegado a caer hospitalizados.
En este escenario, es clave que se realicen las intervenciones necesarias desde el punto de vista educativo, con el objetivo que los estudiantes no se retrasen con los contenidos y evaluaciones. En esa línea, parece necesario generar planes adicionales para reforzar a aquellos que han tenido inasistencias prolongadas, sobre todo cuando estas han sido justificadas por problemas de salud.
En medio de la baja asistencia registrada durante los últimos años, es importante que se dispongan recursos adicionales para contar con horas extraordinarias que permitan atender las necesidades educativas, pero no solo en los colegios municipales, sino que también en aquellos que reciben recursos del Estado para funcionar.
También se podrían implementar herramientas adicionales para los niños que por condiciones de salud no asisten a clases, pero sí pueden avanzar con guías u otro material, evitando así que se retrasen respecto a sus compañeros.
Es importante realizar un esfuerzo adicional para no comprometer los aprendizajes de quienes sí asisten a clases y la planificación de los docentes.
En la actualidad, mucho se habla de recursos adicionales para la seguridad, no obstante, existen otras necesidades, quizás igual o más urgentes, que no deben dejarse pasar, por más que no estén en la atención mediática.
A poco más de un mes para finalizar el semestre y cuando las enfermedades respiratorias siguen al alza, es importante que se actúe rápido con el fin de no seguir comprometiendo los aprendizajes, sobre todo en niños que llevan tres años con un sistema de adecuación curricular y que en el futuro podrían presentar grandes vacíos en su proceso de educación.
"Es importante realizar un esfuerzo adicional para no comprometer los aprendizajes de quienes sí asisten a clases ".