El Congreso Internacional de Minería de Tarapacá (CIMIT) es, desde hace casi una década, el principal encuentro de la minería de la región de Tarapacá. Este año, mientras ultimamos detalles para la octava versión por mandato del Ministerio de Minería, el gran desafío es reposicionar a la actividad minera como el principal motor de desarrollo y de crecimiento de nuestra región.
El aporte de la minería al desarrollo del país y de nuestra región durante las últimas décadas es innegable. De acuerdo con el Informe de Actividad de la Minería (julio 2023) que prepara el Consejo Minero, esta aporta actualmente el 13% del PIB anual -que llega al 25% sumando el efecto multiplicador de las industrias relacionadas-, así como el 55% de las exportaciones, el 14% de la inversión total y cerca del 10% de los ingresos fiscales. Además, considerando tanto a las empresas mineras como a aquellos subsectores que integran el encadenamiento productivo de la minería, da cuenta de casi el 10% del empleo. Y a nivel regional ocurre algo similar, pues la minería produce cerca del 35% del PIB de Tarapacá y casi el 40% del empleo, con más de 70 mil puestos de trabajo directo e indirecto.
Con esta evidencia a la vista, resulta fundamental que la actividad minera recupere las tasas de inversión que registraba hace una década. Entre 2011 y 2016, la media de inversión sectorial, pública y privada, rozaba los US$ 12 mil millones anuales, con un máximo levemente superior a los US$ 15 mil millones en 2013. A partir de 2016, ese promedio descendió a cerca de US$ 9 mil millones por año, con peaks que apenas superaron los US$ 10 mil millones, tanto en 2019 como en 2021.
En nuestra región, finalmente, se irán concretando inversiones ya anunciadas, como el proyecto de Collahuasi de desarrollo de infraestructura y mejoramiento de su capacidad productiva (DIMCP), por US$ 3.200 millones; el de aumento de capacidad de molienda de QB2 (QBME), por otros US$ 3 mil millones, más un par de proyectos de ampliación y construcción de plantas de SQM, respectivamente, que suman cerca de US$ 600 millones adicionales.
Todas estas son excelentes noticias y de seguro conoceremos detalles de esas inversiones durante el CIMIT 2023 que está por comenzar. Sin embargo, para retornar a las tasas máximas de inversión y elevar sustantivamente los niveles de contratación de mano de obra local, necesitamos un esfuerzo adicional al que invitamos, desde ya, a todas las instancias relacionadas con la industria minera de Tarapacá.
"A nivel regional ocurre algo similar, pues la minería produce cerca del 35% del PIB de Tarapacá y casi el 40% del empleo, con más de 70 mil puestos de trabajo directo e indirecto".
Leopoldo Bailac A.,, presidente de la Asociación de Industriales de Iquique y del Tamarugal