Con el desarrollo de Internet y sus redes sociales, la cultura de la inmediatez se ha ido masificando llegando al punto de que los ciudadanos ya no están dispuestos a esperar por años para que se solucionen sus problemáticas.

Para las nuevas generaciones esto está aún más internalizado y estas exigen que sus necesidades sean resueltas a la misma velocidad con la que consiguen información y todo tipo de servicios a través de la red.

Ya el mundo privado lo ha entendido y cada vez más las empresas tratan de tener disponibles sus servicios de atención online o telefónica siempre, lo que les permite tener una buena calificación de sus clientes.

En el caso del sector público esto sucede con mucha más dificultad y aún las personas esperan mucho tiempo por obtener los servicios que ofrece el Estado, principalmente en aquellas necesidades más comunes.

El desafío para las autoridades actuales y las que están por venir es saber resolver ese inconveniente e ir aportando a que los servicios del gobierno puedan actuar mucho más rápido de lo que lo están haciendo hasta ahora.

Sin duda, todos los procesos de revisión y filtros que permiten cuidar los recursos estatales generan que sean procesos mucho más lentos, no obstante, se debe seguir trabajando en mejorar.

Muchos servicios dieron un salto a la digitalización hace décadas y hoy siguen siendo vanguardistas, pero otros se han ido quedando en el pasado con procesos que se mantienen sin evolución.

Mientras el Estado no se modernice, es difícil llegar a a satisfacer un amplio número de necesidades que tienen las personas y que se requieren resolver a la brevedad.

Sin duda en los últimos años se ha ido avanzando, pero está claro que mucho menos de lo que ha avanzado el empoderamiento de la ciudadanía, que cada vez tienen menos paciencia respecto a la resolución de las problemáticas que les afectan.

En este sentido, las regiones extremas están mucho más al debe que las grandes urbes, por lo mismo, es clave contar con autoridades locales que puedan hacer fuerza para que cada vez más las necesidades de los tarapaqueños sean igual de importantes y urgentes que aquellas que afectan a quienes viven en la Región Metropolitana.

"Mientras el Estado no se modernice, es difícil llegar a satisfacer un amplio número de necesidades que tienen las personas".

¿Puede usted imaginar a Iquique sin universidades? No existían universidades en forma en la década anteriores a los años 1960. Tener una educación completa en esos años era solo para una elite, por ello, todavía algunos estudiantes son la primera generación de sus familias en alcanzar ese nivel de estudios superiores.

He incluido la palabra "en forma", porque existieron iniciativas educacionales a comienzos del siglo XX, pero no eran instituciones de educación superior. Recién en 1965 se creó una sede de la universidad de Chile en nuestra ciudad, cuando algunas universidades americanas ya tenían varios siglos de existencia, como -por ejemplo- la Universidad Mayor Real y Pontificia San Francisco Xavier de Chuquisaca que fue fundada en 1624. No tengo dudas de que, a pesar de la distancia temporal, las actuales universidades de Iquique pueden competir con la prestigiosa universidad de Sucre y con muchas otras ilustres instituciones nacionales y extranjeras. Sin dudas hemos acortado las distancias.

Hasta no hace muchos años los estudiantes iquiqueños preferían universidades de otras ciudades, especialmente de Santiago y Concepción, porque la oferta local era limitada y la acreditación era insuficiente o inexistente. En los años 60´ viajaban en tren 3 días y 2 noches y, en los 70´, en bus 24 horas. Hoy, las tres universidades locales que participan del DEMRE y que reciben alumnos que rindieron la PAES, están en condiciones de cubrir una demanda estudiantil inimaginable en esas décadas. El sistema PAES ha permitido que esa demanda aumentara de forma notable, también los puntajes han subido, pero ello es solo el primer paso de un largo camino a veces sinuoso. Ahora lo importante no es la oferta universitaria, sino la calidad de esa oferta que, en términos generales, está garantizada por la acreditación que define la CNA, aunque en los detalles suele estar la clave: como la trayectoria de la institución, de las carreras y de sus profesores. Esta semana se dieron a conocer los resultados de la PAES y la suerte está echada. Las universidades locales han tenido una matrícula récord y ello es muy positivo, porque es muy importante que los jóvenes talentosos, hombres y mujeres, no tengan que obligatoriamente emigrar como fue durante casi todo el siglo XX. Aunque -en algunos casos- esa decisión puede ser también una buena experiencia de vida.

"Ahora lo importante no es la oferta universitaria, sino la calidad de esa oferta".

Sergio González Miranda,, Premio Nacional de Historia 2024

El verano ha traído consigo una serie de ofertas de entretención, no obstante, los precios no son los más económicos pensando en dos meses de vacaciones de los niños. Hay que cuidar el presupuesto, porque después se viene marzo.

Cuidar el agua

Cuando viene el verano muchos se acuerdan de las piscinas armables y si bien pueden ser entretenidas, varios después terminan llorando con las cuentas y el sobre consumo. Es mejor ser cautos y buscar la forma de ahorrar el recurso, sobre todo en el desierto.

Baños de sol

Pese a que tomar sol puede ser saludable, los baños de sol, es decir pasarse varias horas en la playa expuestos a los rayos UV, pueden generar daños irreparables a la salud. Es mejor cuidarse, aplicarse bloqueador y sobre todo no exponerse en las horas más complejas.