Germán Pozo-Sanhueza
El tribunal de juicio oral en lo penal de Iquique sentenció a E.F.C., ciudadano boliviano de 63 años de edad a 12 años de presidio mayor en su grado medio por su responsabilidad como autor de los delitos de abuso sexual contra una menor de 14 años en Alto Hospicio.
Según detalla la acusación que hizo el Ministerio Público estos hechos comenzaron en 2017, cuando la víctima tenía 9 años, E.F.C. aprovechando su condición de pareja con la madre de la niña, desplegaba acciones con el fin de quedar a solas con la menor y abusar de ella en el domicilio que compartían en una toma del sector El Boro.
Años más tarde la menor de nacionalidad extranjera, entre 2019 y 2020 aprovechó un viaje de su abuela materna a Chile para abandonar el país con destino Bolivia y escapar de las acciones abusivas y bullying escolar que estaba siendo víctima. Tras volver en febrero de 2020 a territorio nacional, nuevamente fue víctima de abuso sexual por parte del ciudadano boliviano en la toma Jesús es Rey en la misma comuna.
En 2021, la víctima confesó haber sufrido estos abusos a la asistente social del establecimiento educacional donde estudia, quienes llamaron a Carabineros para dar cuenta de este hecho, quienes decretaron una orden de alejamiento entre la niña y el agresor, la cual este último no respetó.
Un año más tarde, a mediados de 2022, a pesar de la orden de alejamiento vigente, la menor volvió a ser abusada por el mismo hombre en el domicilio que comparte junto a su madre y hermanos.
La niña, que actualmente tiene 16 años, en su testimonio aseguró que E.F.C. amenazaba a su madre con dejarla sin sustento económico y que esta a pesar de haber escuchado en 2021 lo que vivió la menor a manos de su pareja, seguía manteniendo un vínculo afectivo con el hombre.
Según detalló el propio acusado de estos hechos en su testimonio, este ciudadano boliviano trabajó previamente en una ONG cristiana, como facilitador de impacto cristiano, ayudando a niños de diferentes países, labor que ejerció desde 1991 a 2003. En 2013 tuvo una relación de un mes con la abuela de la víctima, para luego emparejarse con la madre de la chica abusada. En 2016 migró con su pareja y familia a Chile en busca de una mejor situación económica instalándose en Alto Hospicio.
Tras un análisis a las pericias entregadas por los profesionales del Servicio Médico Legal, psicólogos y testimonios tanto de la parte querellante como defensora, el juez (s) Arturo Fernández sentenció a E.F.C. a cumplir la pena de 12 años de presidio mayor en su grado medio.
Además decretó la inhabilitación absoluta perpetua del hombre para cargos, oficios públicos, derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, por su responsabilidad como autor de los delitos de abuso sexual contra la menor y violación a la menor, ambos en carácter reiterado.
La pena deberá ser cumplida de forma efectiva, sirviéndole de abono el tiempo que ha permanecido privado de libertad con motivo de esta causa.