El inesperado accidente aéreo en un helicóptero que le arrebató la vida al Expresidente Sebastián Piñera Echenique a la edad de 74 años, causó conmoción en el mundo político, tanto en la centro derecha como en los otros sectores políticos. Ese fue tal vez el último legado del otrora empresario, exsenador y luego exmandatario, toda vez que su repentina partida hizo reverdecer el espíritu republicano del país, sobre todo en momentos de alta convulsión y donde los desencuentros parecen haberse tomado el debate y no solo al interior de las instituciones, sino que también entre la ciudadanía.

Tras ser electo presidente y marcar un hito al convertirse en el primer representante de derecha en asumir el máximo cargo del Poder Ejecutivo desde el regreso de la democracia, debió hacer frente al terremoto y tsunami de febrero de 2010 en las postrimerías del gobierno de Bachelet I y gestionar una reconstrucción de dimensiones jamás vistas en Chile. Ese mismo año tuvo su peak político con el rescate de los 33 mineros. Luego enfrentó -entre otros temas- la delimitación marítima con Perú en La Haya y dictó la Ley Zamudio, de Identidad de Género y Matrimonio Igualitario. Además envió al Congreso Nacional el Acuerdo de Unión Civil, el cual luego se transformó en ley.

Durante su segundo mandato, Piñera debió sortear dos graves crisis, la primera socio política y la segunda de carácter sanitario. El 18 de octubre de 2019 se produjo el Estallido Social, el que puso contra las cuerdas su gestión, pero primaron los acuerdos políticos, hubo una salida democrática para superar el estallido y canalizar la rabia colectiva en un proceso constituyente. Durante el 2020, se desató la crisis del coronavirus, la que fue abordada de una manera ejemplar, lo que fue destacado incluso en el ámbito internacional.

Como todo hombre, tuvo claros y oscuros, pero considerando sus fortalezas, seguramente la historia lo recordará como un mandatario de acción y ejecutivo.

Pese a las diferencias políticas entre los distintos sectores, su partida reafirma además la necesidad de generar nuevos liderazgos, que puedan hacerse cargo de encaminar a Chile hacia el desarrollo.

"Considerando sus fortalezas, seguramente la historia lo recordará como un mandatario de acción y ejecutivo".

Los sistemas educacionales de todos los países dedican hace muchos años ingentes esfuerzos y recursos para conseguir mejores resultados en pro de una mejor educación de toda persona y de todas las personas que habitan el planeta.

La educación de los niños y niñas ha de ser humana, humanística, humanizada, centrada en la persona, en su desarrollo, en su crecimiento y no educar para el egoísmo, para la competitividad, gatillada por la métrica numérica. Se debe contribuir a desarrollar la individualidad de la persona, pero no el individualismo. La búsqueda de la individualidad se confunde con el egocentrismo o individualismo.

Según Kierkegaard, "la individualidad no es una categoría objetiva o abstracta, sino una categoría subjetiva e íntima que solo puede atribuirse al ser humano". Así es como se dificulta instrumentalizar procesos educativos a gran escala sino también a escala menor, la de una comunidad escolar sencilla. La subjetividad problematiza ya edificar un plan que debe considerar tantas variantes a considerar.

La sociedad, la comunidad cambiará, solo si cambia el individuo, la persona. ¿Cómo se habrían de producir esos cambios? La educación es el único mecanismo del que disponemos todos para el desarrollo de las personas y del entorno que habitamos. La receta no es mágica, la debemos instrumentalizar nosotros mismos, no debemos esperarla de otros, o del otro, se ha de ejecutar en nosotros, desde nosotros, para nosotros y con los otros. Nada de egoísmos, nada de individualismos, nada. Los dones y dotes habidos han de ser partidos, compartidos, departidos, repartidos, impartidos, todos ellos y de todas las maneras posibles.

¿Qué más hacer? Dejar de ser marionetas, debemos atisbar los hilos que penden sobre nosotros, como si nos tratasen como títeres. Nuestra conducta, nuestro comportamiento, más de las veces que quisiéramos están regidos, regulados, normados, ya pautados. Mas, sí, debemos advertir cuando es conforme a nuestro pensamiento, a nuestros sentimientos, sino a nuestros valores, y cuando es contra nuestra voluntad o buen decidir. La tarea es ingente, enorme, insisto, no es de unos, solo, es de todos. No debe esperarse solo de un sistema particular, es de todos. La responsabilidad no solo es de la escuela, liceo, colegio, instituto, o como se denomine, es también obligación de la familia, de la comunidad. Es tarea de todos.

"La tarea es ingente, enorme, insisto, no es de unos, solo, es de todos".

Raúl Caamaño Matamala,, profesor, Universidad Católica de Temuco

Poco a poco comienzan a conocerse posibles candidatos para las próximas elecciones municipales y de gobernador. Sin duda será un proceso distinto al anterior, ya que el voto será obligatorio y habrá que convencer a muchos más.

No da tregua

Las altas temperaturas continúan en la zona costera de la región y los iquiqueños siguen sufriendo con el sol abrasador. Recuerde hidratarse y en caso de salir cubrirse con algo para evitar insolaciones. Todavía queda verano y es necesario protegerse.

Campañas

Muchas personas lo siguen pasando mal en la zona central a causa de los dantescos incendios. Es importante ponerse la mano en el corazón y colaborar con las distintas campañas de ayuda. Sin duda Tarapacá nuevamente demostrará toda su solidaridad.