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Una ruptura amorosa en la adultez puede ser más duro para las mujeres

Investigación sobre uso de antidepresivos revela un mayor impacto psicológico para la mujer, que se explicaría por una mayor variedad de desafíos vitales.
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Agencia EFE

Un estudio observacional basado en el consumo de antidepresivos entre personas de entre 50 y 70 años indica que es posible que a las mujeres les cueste más que a los hombres adaptarse a los efectos de un divorcio o una ruptura en la adultez.

La investigación, publicada recientemente en 'Journal of Epidemiology & Community Health', refleja que el uso de esos fármacos entre ellas es mayor tanto antes como después de la separación y disminuye solo levemente pasado un tiempo, para después volver a repuntar. El equipo dirigido por Yaoyue Hu, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Medicina de Chongqing en China, reconoce que el mayor impacto psicológico para la mujer podría explicarse porque potencialmente afronta más desafíos vitales tras la ruptura, si el cónyuge era la parte con más peso económico.

El estudio constata que el divorcio entre personas de más de 50 años y su posterior emparejamiento son tendencias crecientes en los países de altos ingresos, por el envejecimiento de la población. También señala que entre un 10 y un 15% de la población mayor de 55 años experimenta síntomas depresivos clínicos significativos.

Sabiendo esto, los autores quisieron analizar el impacto del divorcio, la ruptura de una relación, el duelo o un nuevo emparejamiento en relación con el uso de antidepresivos. Con ese fin, analizaron los patrones de consumo de esos medicamentos entre 1996 y 2018 entre 228.644 finlandeses de 50 a 70 años, que habían pasado por divorcios, rupturas o duelos, algunos de los cuales volvieron a juntarse en pareja.

En cuanto al quiebre (con el fin de la convivencia), las mujeres aumentaron en un 6% el uso de estos en los cuatro años anteriores, frente a un 3% en los hombres. Un año después de la separación, el consumo de la medicación en ambos casos volvió al nivel que tenía 12 meses antes, y se mantuvo ahí entre los hombres, mientras que volvió a repuntar posteriormente para las mujeres.