Opinión
Semana trágica
Hoy se cumplen siete días fatales para Viña del Mar y la Región de Valparaíso. Voraces incendios forestales registran 131 personas fallecidas, entre 7 mil y 12 mil viviendas destruidas y, según la alcaldesa Macarena Ripamonti, más de 30 mil ciudadanos afectados quienes, principalmente, pertenecen a familias de menores recursos. El país y, en especial, sus autoridades debemos sacar lecciones de esta catástrofe que, sumada a la fatídica muerte del Presidente Sebastián Piñera Echenique, se recordará como una de las semanas más trágicas en la historia de Chile.
De acuerdo a las cifras preliminares informadas por el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Clapes UC, "las pérdidas por los incendios rondan entre US$ 720 millones y US$ 1.000 millones". Frente a este escenario, el Gobierno hace un llamado para evitar construir y reconstruir en zonas de riesgos, es decir, en sectores boscosos y en quebradas donde el fuego arrase con las viviendas que ahí no deben ser edificadas. Es indiscutible, nuestros compatriotas deben acceder a soluciones habitacionales en terrenos urbanizables, sin hacinamiento, con medidas de mitigación y, sobre todo, con una planificación ante riesgos y desastres naturales. Reflexionar y actuar rápidamente son las principales lecciones que nos dejan estos devastadores incendios ocurridos en la Región de Valparaíso.
Como ustedes saben, Iquique fue el escenario de algunos de los mayores terremotos del último tiempo, los días 1 y 2 de abril de 2014, y estuvimos a poco de sufrir las consecuencias de un tsunami de proporciones. Las desgracias no llegan hasta que ocurren y por eso es muy importante que, ante eventuales tragedias, el Estado, las autoridades y los ciudadanos trabajemos en conjunto en implementar medidas de prevención y planes de acción para enfrentar estas catástrofes.
Por estos días, Chile también sufrió otro acontecimiento que cubre de luto su historia. El martes 6 de febrero ocurrió la muerte accidental del Presidente Sebastián Piñera Echenique. Hemos visto la inmensa cantidad de personas que se han acercado a despedirlo. Pero, sobre todo, destacar la reacción de gran parte de sus otrora adversarios, quienes lo han reconocido como un gran hombre de Estado y le han rendido los honores y homenajes correspondientes, los cuales la familia y gran parte de sus adherentes han reconocido y valorado. Su trágica muerte y la reacción del Estado nos llevan a tener esperanzas en la recuperación de la "amistad cívica", una clave para el desarrollo de los países y ciudades. Las diferencias políticas legítimas, entre sectores y personas, se deben dar en el ámbito del respeto y no el de los insultos y las descalificaciones. Los argumentos deben ser legítimos y no verdades ni mentiras a medias, como las conocidas "fake news" y/o desinformación ; que en la era digital polarizan a la sociedad al extremo.
Los emotivos momentos del funeral de Estado del expresidente Sebastián Piñera Echenique nos llevan a tener la esperanza que los políticos logremos reconstruir los acuerdos, ya que juntos hoy debemos afrontar grandes desafíos: la lucha contra el crimen organizado, los hechos de inseguridad que afectan a todo Chile y la reconstrucción de las zonas afectadas por los incendios forestales en la Región de Valparaíso. Tareas que debemos comenzar a cumplir tras una semana trágica que golpeó a nuestro país y que nos insta a recordar que el valor y el respeto a la vida están por sobre todo los demás intereses.
Mauricio Soria,, alcalde de Iquique