José Portales Durán

Con motivo de la Semana Santa, cientos de iquiqueños retomaron la tradición y peregrinaron hasta la cima del Cerro Esmeralda.

Manuel Espinoza, encargado de los Alpinistas de la Cruz del Señor, sostuvo que desde 1984 llevan realizando esta subida y ornamentando el altar de la explanada del cerro, instalando el Cristo en la cumbre.

"Este año hay siete estaciones de cruces y con la experiencia de otros años, se espera que este fin de semana suban cerca de 10 mil personas, que es probable que se cumpla, porque ayer hubo bastante gente, familias completas", comentó.

Nicole Araya fue una de las personas que llegó a la última cruz del Cerro Esmeralda Hizo el recorrido junto a su abuela de 80 años y destacó el ambiente de compañerismo: "Hace años que no subíamos y nos costó un poquito al principio, porque el terreno estaba medio inestable, pero ya después agarramos el ritmo y el compartir con las demás personas, que van con las mismas ganas de llegar hasta la cima, y con las conversaciones que se dan, la subida se volvió más ameno y cuando llegamos toda la gente aplaudió y fue bien bonito".

Entre los motivos para subir, Araya señaló que fue por agradecimiento: "Lo hacemos por la devoción a la fe en Dios y venimos a agradecer la buena salud y vida que tenemos. Muchas cosas buenas nos han pasado como familia y era momento de dar las gracias".

En tanto, Alonso Osorio, que hizo el recorrido solo hasta la cumbre, sostuvo que este año fue de revancha: "El año pasado intenté subir para Semana Santa, pero no pude, porque encontré que el camino no estaba en buen estado. Este año al ver que más gente subió me di más ánimo y me alegra mucho haber logrado la cima, porque desde antes de la pandemia que no lo lograba y también porque hace poco falleció mi padre y este es mi compromiso para que descanse en paz. Siento que es la mejor forma de empezar la Semana Santa y ahora voy a bajar al Mercado a comprar mariscos, choritos y almejas para compartir con mi familia".

Otro que disfrutó el ascenso fue Pablo Aguilera, quien por primera vez realizó la ruta de forma solitaria.

"Comúnmente vengo con mi hija, pero este año vine solo porque ella esta enferma. Esta es una tradición iquiqueña, es costumbre subir a la cruz en Semana Santa y me trae mucho recuerdos a cuando subía con mis padres".

Otro creyente que fue el Cerro Esmeralda fue Rolando Andrade, que subió con su hija.

"Soy iquiqueño de toda la vida. Por eso, motivé a subir con mi hija, nos preparamos, trajimos snack, plátano, por si nos acalambrábamos, agua para la subida y los bastones, y creo que el descenso fue bonito, en general fue una buena aventura para volver el próximo año y ver Iquique desde otra perspectiva", puntualizó.

Resguardos

Los ascensos al cerro Esmeralda continuarán hoy y mañana. Por ello, Camilo Lillo, voluntario de ONG Rescate Tarapacá, que se encuentra en la base del Cerro Esmeralda, indicó que estarán asistiendo a los fieles que lleguen a hacer el camino de las siete cruces.

"Estamos asistiendo todas las emergencias que puedan ocurrir en el ascenso y hasta el momento solo ha habido casos de fatiga, descompensaciones, calambres y se recomienda no bajar corriendo, porque el cerro es inestable, además de utilizar un calzado cómodo, harta agua, bloqueador, gorra y ojalá un bastón de apoyo", concluyó.