Informe de homicidios
El Gobierno entregó el lunes el Informe Nacional de Homicidios Consumados, donde se observa que el 2023 se presentó una baja de -6,0% respecto al año anterior en la tasa de asesinatos ocurridos en el territorio nacional. En términos más concretos, durante el 2022 se reportaron 1.330 casos versus los 1.248 registrados en los 12 meses siguientes.
Si bien se trata de una buena noticia, lo cierto es que las cifras todavía son altamente preocupantes. Primero, porque continúan altas en comparación a los años previos a la pandemia y porque, además, es evidente que el modus operandi de las bandas involucradas en estos delitos está en muchos casos relacionado con la acción del crimen organizado.
Otro dato que inquieta es que la tasa nacional de estos crímenes, que fue de 6,3 por cada 100.000 habitantes en 2023, es bastante más alta que el promedio de los países OCDE, que alcanza a 2,9.
En el caso de Tarapacá también se reveló una caída: mientras en 2022 el informe da cuenta de 51 asesinatos, en 2023 estos disminuyeron a 43, es decir, se alcanzó una variación de -17,1% en la tasa.
En medio de este panorama, parece relevante tomar esta mejora con mesura y continuar con el desarrollo de acciones que permitan mejorar la seguridad en cada una de las regiones del país, donde hoy por hoy los habitantes continúan atemorizados por la delincuencia.
En el escenario local, a pocos días de iniciar el quinto mes del año, ya se contabilizan 14 homicidios y en algunos casos emblemáticos la justicia no ha logrado identificar y detener a sus responsables. Entre ellos se incluye el triple asesinato que quedó al descubierto en un cementerio de mascotas ubicado en Alto Hospicio, hecho que provocó gran conmoción entre los vecinos. Además, con frecuencia se conocen ataques y robos armados que afortunadamente no terminaron con la vida de las víctimas.
Si bien los números mejoraron, es importante que las autoridades no canten victoria y continúen implementando acciones que permitan hacer frente a este escenario delictual que se mantiene como una de las mayores preocupaciones de los chilenos.
"La tasa nacional de estos crímenes, que fue de 6,3 por cada 100.000 habitantes en 2023, es bastante más alta que el promedio de los países OCDE, que alcanza al 2,9".