Escritores regionales participan del Encuentro Literario Intergeneracional
Llevan hace más de 10 años esperando que el proyecto e restauración se concrete.
Enmarcado en el Mes del Libro, el Encuentro Literario Intergeneracional concluyó su tercera edición junto a las narrativas de los escritores locales jóvenes y consagrados.
La actividad que realizó en el Museo Regional de Iquique estuvo organizada por la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y nace en el contexto del funcionamiento de la Mesa Ciudadana de la Lectura de Tarapacá y que busca que se puedan compartir textos literarios entre jóvenes creadores y escritores que han desarrollado una trayectoria en la escritura creativa.
La actividad que tuvo tres fechas, partió en los Colegio San Pedro de Alto Hospicio y prosiguió en Los Cóndores, donde participaron las escritoras Ninoska Peñaranda, Roxana Areyuna, Virginia Dávalos, Danitza Fuentelzar, Carolina González, Antonia de la Luna y Greisy Macaya, además de los autores Mayo Muñoz, Guillermo Ward, Pedro Marambio, Jaime Ceballos y Erwin Rubilar.
Uno de los participantes jóvenes fue Iván Scopinich, poeta que en 2021 participó con su cuento Ágora en la Convocatoria Juvenil de Escritura Creativa "Chusca" y obtuvo la mención honrosa. "Este tipo de acciones son importantes, porque comencé a escribir en pandemia y a interiorizarme con la literatura local, pero faltaban instancias en las que se pudiese compartir y conocer de primera fuente los trabajos de escritores locales. Es importante tener estas actividades, son gente inmersa de la cultura en el Norte Grande y que dejan su huella en la cultura", dijo Scopinich.
Por su parte, el dramaturgo iquiqueño Guillermo Ward, comentó que esta actividad fue positiva para conocer las líneas narrativas y de pensamiento de la pluma local. "Si bien es la segunda experiencia, porque en este encuentro estuvimos en el Colegio Los Cóndores en Alto Hospicio, que fue con jóvenes de menos edad y aquí había jóvenes universitarios. Fue interesante conocer sus temáticas y sus géneros literarios. En Alto Hospicio por la edad, fueron estudiantes de 13 a 17 años, las temáticas eran el amor y desamor, pero en estos jóvenes, que muchos son universitarios, hay mucho de terror y temas más fuertes, dramáticos y tiene que ver con la edad y enfrentarse a cosas que uno no conoce. Jóvenes que están ingresando a la adultez y a buscar una profesión", explicó.
En la actividad de cierre, el dramaturgo presentó un trabajo de 1997 llamado Sutil Encanto de Mujer, obra de teatro que se montó en aquella época junto a la compañía Viola Fénix: "Leí parte de este trabajo que habla de la temática de mujer que hoy está en boga y abarca el encuentro entre Frida Khalo, Safo y María Magdalena y el mensaje es la importancia de la mujer y cómo enfrentan sus desafíos, Frida Khalo es enfrentarse al dolor, la pena y desamor, de Safo es enfrentarse al amor entre mujeres, situación de género y lesbianismo y Magdalena a la discriminación, maltrato por haber sido prostituta y haber estado con Jesús y eso hoy está muy vigente".
"Actualmente la colectiva Elena Caffarena trata temas de mujeres y género en Iquique y están muy bien posicionadas, comentó Ward. "Las nuevas generaciones se abren a temáticas que antes no se tocaban, la violencia, maternidad, aborto y las relaciones entre mujeres. Temas que antes eran tabús o mal mirados y hoy con las leyes y apoyos que hay los y las nuevas escritores no tienen que restringirse a escribir la vida misma".
En tanto, el profesor y escritor iquiqueño, Jaime Ceballos, que declamó su poema El Aperrado, sostuvo que no basta con ver a las nuevas generaciones de escritores locales. "Había que conectarse y conocerse y conocimos las obras que los jóvenes leyeron y que es una pequeña muestra de lo que se viene gestando. Hay una nueva generación que está igual que uno en su minuto, sensibilizada con su proceso creativo y habrá que ver cuántos generan un compromiso y progresan a medida que perseveren", refirió.
Ceballos que espera reeditar su libro Yo Tenía un País, el cual reúne poemas entre 1983 y 1993. Explicó que "es un testimonio que quedó para la historia y va a quedar para que las nuevas generaciones lo lean y tomen conciencia de la responsabilidad de los seres humanos con otros y la defensa de los derechos humanos".