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Crean vacuna eficaz ante eventual próxima pandemia de coronavirus

Fármaco de las universidades de Cambridge y Oxford protegería al organismo contra ocho variantes y otras que circulan ahora entre los murciélagos.
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Agencia EFE

Cuatro años después de que un coronavirus provocara una emergencia global, científicos de las universidades de Cambridge y Oxford han desarrollado ya una nueva tecnología de vacunas que, según han demostrado en ratones, protege contra una amplia gama de coronavirus con potencial para futuros brotes de la enfermedad, incluidos algunos que ni siquiera se conocen.

Se trata de un nuevo enfoque, denominado "vacunología proactiva", por el que los expertos crean una dosis antes incluso de que aparezca el patógeno causante de la enfermedad.

La nueva vacuna entrena al sistema inmunitario del organismo para que reconozca regiones específicas de ocho coronavirus distintos, entre ellos el SARS-CoV-1, el SARS-CoV-2 y varios que circulan actualmente entre los murciélagos y que podrían saltar a los humanos y provocar una pandemia. La clave de su eficacia es que las regiones específicas del virus a las que se dirige la vacuna también aparecen en muchos coronavirus relacionados.

Al entrenar al sistema inmunitario para que ataque estas regiones, protege contra otros coronavirus no representados en la vacuna, incluidos algunos que aún no se han identificado.

Por ejemplo, la dosis no incluye el coronavirus SARS-CoV-1, que causó el brote de SARS en 2003, pero aún así induce una respuesta inmunitaria contra él.

"No tenemos que esperar a que surjan nuevos coronavirus. Sabemos lo suficiente sobre los coronavirus y sus diferentes respuestas inmunitarias como para empezar a construir vacunas protectoras contra coronavirus desconocidos", aseguró Mark Howarth, de la Universidad de Cambridge y coautor principal.

La nueva vacuna "Quartet Nanocage" se basa en una estructura llamada nanopartícula, una bola de proteínas unidas por interacciones increíblemente fuertes. Mediante un novedoso 'superpegamento proteínico', a esta nanopartícula se adhieren cadenas de diferentes antígenos víricos lo que entrena al sistema inmunitario para dirigirse a regiones específicas compartidas por una amplia gama de coronavirus.

El estudio demostró que la nueva vacuna suscita una amplia respuesta inmunitaria, incluso en ratones preinmunizados con SARS-CoV-2.

Las ardillas rojas propagaron la lepra en la Edad Media

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Las ardillas rojas ya eran portadoras de la bacteria de la lepra en la Edad Media en Inglaterra y estaba estrechamente relacionada con las aisladas en esqueletos humanos de la misma época, aunque no es fácil determinar quién transmitió la enfermedad a quién.

A estos datos llegó un estudio publicado en la revista Current Biology, el cual recopila pruebas de yacimientos arqueológicos en la ciudad medieval británica de Winchester, que era conocida por su hospital para enfermos de lepra y sus conexiones con el comercio de pieles.

"Con nuestro análisis genético hemos podido identificar a las ardillas rojas como el primer huésped animal antiguo de la lepra", afirmó la autora principal, Verena Schuenemann, de la Universidad de Basilea (Suiza).

Sin embargo, subraya que, según los conocimientos actuales, no está claro cómo tuvo lugar. "No sabemos si las ardillas infectaron a los humanos o si fueron los humanos quienes introdujeron la enfermedad en los animales", detalló.

En la Edad Media hubo varios puntos de contacto entre humanos y ardillas. Un aspecto clave fue el comercio de pieles, especialmente en los siglos XI y XII cuando se usaban en abrigos y estos animales también se tenían como mascotas en las cortes reales y en conventos.

La cepa de ardilla roja medieval que recuperaron los investigadores está más estrechamente relacionada con las humanas medievales de la misma ciudad que con las aisladas de ardillas rojas modernas infectadas.

Mejoran la visión de personas con ceguera hereditaria

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Un ensayo clínico efectuado con una terapia basada en la técnica de edición genética CRISPR ha logrado mejorar la visión de 11 de 14 participantes afectados por un tipo de ceguera hereditaria, la amaurosis congénita de Leber, que causa una severa pérdida de la visión tras el nacimiento.

Las conclusiones del informe 'Brilliance', que está entre las fases 1 y 2 de prueba, aparecieron recogidas ayer en The New England Journal of Medicine y demuestran que el tratamiento es "seguro y condujo a mejoras de visión demostradas".

Los participantes en el ensayo, entre ellos 12 adultos (de entre 17 y 63 años) y dos niños (de 10 y 14 años), nacieron con esta enfermedad, para la que no existe tratamiento, causada por la mutación del gen CEP290, que proporciona instrucciones para crear una proteína fundamental para la vista.

El tratamiento experimental se diseñó para editar esa mutación y fue suministrado mediante una única inyección en el ojo del medicamento de edición del genoma. Luego fue medida su efectividad en base a cuatro parámetros: agudeza visual, prueba de campo completo adaptada a la oscuridad, visión a distancia corregida y calidad de vida relacionada con la vista.

El resultado fue que 11 de los 14 participantes mejoraron en al menos uno de estos indices, mientras que 6 lo hicieron en dos o más.