Déficit docente regional y calidad
Un reciente estudio elaborado por un equipo de investigadores de la Universidad Arturo Prat, dio cuenta del déficit de docentes en Tarapacá, lo que da señales preocupantes respecto a la calidad educativa.
Serían 452 profesionales que en el caso de las comunas más grandes se necesitan para cubrir la demanda. En Alto Hospicio, el 61,5% de los establecimientos presenta un déficit de cinco o menos docentes, mientras un 23,1% declara un déficit de cinco a 10 docentes. En Iquique, el 55,6% de los establecimientos reconoce un déficit inferior a 5 docentes, mientras el 18,5% expresa un déficit de cinco a 10 docentes.
Asimismo, según datos del Mineduc, 4.786 profesores laboraban en Tarapacá en 2021, pero en 2022 estos disminuyeron a 4.541, lo que debiera ser la principal preocupación debido a que uno de los principales factores es una baja sostenida en los egresados de pedagogía a nivel nacional y por contraparte el alza en la demanda de matrículas.
Sin duda el profesor es clave a la hora de pensar en cualquier mejora educativa, sobre todo en una región como Tarapacá, donde los resultados no han sido los mejores en las últimas dos décadas.
Es importante que se aumenten los incentivos para estudiar pedagogías, la creación de carreras en las asignaturas con mayor déficit y de programas de continuación de estudios para profesionales de distintas áreas que quieran trabajar en docencia.
En Tarapacá hay un claro déficit respecto a esta oferta, lo que se suma al desinterés que tienen los estudiantes por elegir a una pedagogía por sobre una carrera ligada a la minería o a la salud, donde se perciben mayores ingresos.
Por todo lo anterior, el desafío de la calidad de la educación en la región es tremendo, sobre todo con la brecha ya existente de décadas de malos resultados y donde se ve muy complejo que en el futuro se pueda revertir una curva que no despega.
Está claro que los factores para mejorar la educación son muchos y difíciles de abordar desde un solo punto de vista, pero sin duda la oferta de profesores y el nivel de perfeccionamiento que estos tengan es clave para que se pueda avanzar en calidad en el mediano y largo plazo.
"El desafío de la calidad de la educación en la región es tremendo, sobre todo con la brecha ya existente de décadas de malos resultados".