Sam Caflin habla de su rol en "Bagman: El Espíritu del Mal"
"Es muy difícil encontrar buenos guiones como padre joven", dijo. La película de terror se enfoca en la figura del hombre del saco y está disponible en cines.
Javiera Palta Olmos
Una mentira de adultos se transforma en un terrorífico monstruo en cines con el estreno de "Bagman: El Espíritu del Mal", película que se centra en la figura que alguna vez se conoció como el hombre del saco, que robaba a los niños que se portaban mal.
La cinta, que ya está disponible en los cines nacionales, es dirigida por Colm McCarthy, conocido por su trabajo en "Peaky Blinders" y "Black Mirror" y está protagonizada por Sam Claflin ("Los juegos del hambre", "Enola Holmes", "Peaky Blinders").
Claflin interpreta a Patrick, un padre de familia que debe enfrentarse a un aterrador espectro de su infancia: una criatura conocida como el "Hombre del Saco". Pero esta vez, la amenaza no solo lo persigue a él, sino que pone en peligro a su esposa y a su hijo pequeño, desatando una lucha desesperada por la supervivencia y la cordura.
"Es muy difícil encontrar buenos guiones como padre joven", dijo Clafin en un comunicado compartido a este medio. "Es algo de lo que tengo mucho conocimiento y experiencia, y es la parte de mí que quiero explorar más, porque siento que ahí está mi mente todo el tiempo. Tengo dos hijos pequeños y definitivamente he pasado por esos momentos bajos (...) Curiosamente, cuando Patrick se ve más atormentado, la fortaleza de su mente se vuelve más resiliente, porque sabe cómo afrontar y lidiar con ello", dijo.
En esa línea, explica que "cualquier cosa que suceda en la historia, por aterradora que sea, él tiene que racionalizarla, porque ha pasado años diciéndose a sí mismo que no puede haber un monstruo".
Para interpretar al personaje, Claflin tuvo que realizar muchas acrobacias y soportar un rodaje agotador para la secuencia final de la historia. "Tenía prótesis que tomaban una hora y media cada mañana para colocarme", contó.
"Mi labio estaba siendo tirado hacia abajo por un gancho de metal, era muy incómodo pero también significaba que no podía comer alimentos sólidos mientras usaba la prótesis. Pude acceder al dolor y la tortura que el personaje estaba atravesando con bastante facilidad", recordó.