Combatir la epidemia de la obesidad
La obesidad se ha transformado en una crisis silenciosa pero devastadora para Chile. Las cifras son alarmantes: se proyecta que el 43% de los adultos del país padecerá obesidad para el año 2035, y estudios recientes revelan que la prevalencia de esta enfermedad se ha duplicado en adultos y cuadruplicado en niños y adolescentes desde 1990. Es un escenario crítico que requiere medidas urgentes y sostenibles, sobre todo en comunas como Alto Hospicio o las del Tamarugal, donde son pocos los espacios para promover la vida saludable.
Uno de los principales desafíos es la falta de infraestructura adecuada para fomentar la actividad física. Si queremos enfrentar seriamente la epidemia de obesidad, es fundamental invertir en más parques, ciclovías y espacios recreativos accesibles para toda la comunidad. Las ciudades deben ser diseñadas para que las personas se muevan más, y no para que dependan exclusivamente del automóvil.
El uso excesivo de vehículos motorizados es otro problema endémico en Iquique y contribuye al sedentarismo. Hasta el momento ninguna política ha resultado efectiva para fomentar la caminata, el uso de la bicicleta y el transporte público. Reducir el uso del automóvil en distancias cortas no solo mejoraría la movilidad urbana y disminuiría la contaminación, sino que también incentivaría una vida más activa. La planificación urbana debe tener un enfoque integral de salud pública, en el que los desplazamientos activos sean una prioridad. En este contexto, la educación también juega un papel clave. Las clases de Educación Física en los colegios deben fortalecerse y no reducirse, como ha ocurrido en algunas reformas curriculares. Es en la infancia y adolescencia donde se consolidan hábitos de vida saludables, y la escuela es un espacio fundamental para fomentar la actividad física regular. Más que una asignatura secundaria, el ejercicio debe ser visto como una herramienta esencial para el bienestar físico y mental de las futuras generaciones.
La obesidad no es un problema individual, sino un fenómeno social que requiere un enfoque integral. La solución no está solo en cambios de hábitos personales, sino en políticas públicas.
"Uno de los principales desafíos es la falta de infraestructura adecuada para fomentar la actividad física".