Libro y lectura: mucho más que un día
Ayer, el calendario recordó una fecha significativa para la cultura y el saber: el Día Internacional del Libro. Una celebración impulsada por la Unesco desde 1995, aunque con raíces europeas previas, que no solo honra a la industria editorial y la propiedad intelectual, sino que también evoca la memoria de gigantes literarios como Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega, cuyas vidas se entrelazaron con este día.
Sin embargo, la conmemoración anual debe ir mucho más allá. El Día del Libro es también una valiosa oportunidad para reflexionar sobre el papel que la lectura desempeña en la formación integral de los individuos. Leer es, entre otras cosas, un ejercicio que expande las fronteras de la mente, agudiza los procesos cognitivos, permite comprender la complejidad del mundo que nos rodea, estimula la creatividad, enriquece el léxico y dota al ser humano de una perspectiva crítica ante los más diversos temas.
A lo largo de la historia, la escritura y los libros se han levantado como pilares fundamentales del conocimiento y del progreso social y tecnológico. Han sido claves para traspasar los saberes de generación en generación. Gracias a los textos, la acumulación de conocimiento ha sido una constante, impulsando el avance de la civilización.
No obstante, la celebración de este día adquiere una urgencia particular al contrastarla con una realidad preocupante. Un estudio reciente de la OCDE reveló que cerca de la mitad de la población chilena tiene poca comprensión lectora, un problema que persiste pese al significativo avance en la reducción del analfabetismo.
El verdadero desafío, entonces, radica en transformar la celebración de un día en un hábito cotidianidad. No basta con reconocer la importancia de la lectura en una fecha específica si esta no se traduce en una práctica constante.
El Día del Libro debe convertirse en una invitación permanente a la lectura. No es suficiente celebrar con disfraces y actos si al poco tiempo las bibliotecas vuelven a quedar vacías.
"No basta con reconocer la importancia de la lectura en una fecha específica si esta no se traduce en una práctica constante".