Los historiadores locales Mario Zolezzi y Hrvoj Ostojic anunciaron su intención de realizar un concurso para diseñar una bandera regional. Un emblema que represente a los tarapaqueños y que una a todos en torno a una simbología más allá de la política.

La idea pretende congregar a todos, pero al mismo tiempo, que nadie pueda adueñarse a través de un financiamiento público o privado de este símbolo, con el fin de que pueda perdurar en el tiempo sin que se asocie a un determinado gobierno.

Sin duda, es una idea que busca fortalecer la identidad tarapaqueña entorno a un símbolo que permita unir a quienes viven en el territorio regional, como ha sucedido en otras zonas del país, sobre todo aquellas extremas o apartadas, donde muchas veces se nota la indiferencia del centralismo.

El iquiqueño es un ciudadano que goza de una gran identidad y que puede reconocerse a nivel nacional, no obstante, también es importante que esta característica, muy positiva por cierto, pueda reunir también a los otros habitantes de la región, es decir, se busca representar a los habitantes de las siete comunas.

Lo importante de esta iniciativa, que será promovida a través del Centro Cultural Doña Vicenta, es que nace solo del amor de estas personas por su querido Iquique y por todo el territorio regional, desde el altiplano hasta el Océano Pacífico, pasando por una vasta Pampa del Tamarugal.

Es de esperar que muchos se sumen a esta altruista iniciativa y que de esto pueda salir un emblema que permita que Tarapacá sea reconocía en cualquier lugar del orbe, potenciando sus grandes atractivos culturales, históricos, sociales y naturales.

En tiempos donde la mayoría de las veces nos quejamos de las malas noticias, es importante también reconocer estas acciones que apuntan a que las personas se unan en un propósito, sin buscar réditos de tipo político o económico.

Esta región históricamente se ha caracterizado por ser un territorio de riquezas y de grandes bondades que terminan por cautivar a quienes llegan. Esta es una buena oportunidad para representar en un emblema todo eso que ofrece este territorio denominado Tarapacá.

"Es una idea que busca fortalecer la identidad tarapaqueña entorno a un símbolo que permita unir a quienes viven en el territorio regional".

Los historiadores locales Mario Zolezzi y Hrvoj Ostojic anunciaron su intención de realizar un concurso para diseñar una bandera regional. Un emblema que represente a los tarapaqueños y que una a todos en torno a una simbología más allá de la política.

La idea pretende congregar a todos, pero al mismo tiempo, que nadie pueda adueñarse a través de un financiamiento público o privado de este símbolo, con el fin de que pueda perdurar en el tiempo sin que se asocie a un determinado gobierno.

Sin duda, es una idea que busca fortalecer la identidad tarapaqueña entorno a un símbolo que permita unir a quienes viven en el territorio regional, como ha sucedido en otras zonas del país, sobre todo aquellas extremas o apartadas, donde muchas veces se nota la indiferencia del centralismo.

El iquiqueño es un ciudadano que goza de una gran identidad y que puede reconocerse a nivel nacional, no obstante, también es importante que esta característica, muy positiva por cierto, pueda reunir también a los otros habitantes de la región, es decir, se busca representar a los habitantes de las siete comunas.

Lo importante de esta iniciativa, que será promovida a través del Centro Cultural Doña Vicenta, es que nace solo del amor de estas personas por su querido Iquique y por todo el territorio regional, desde el altiplano hasta el Océano Pacífico, pasando por una vasta Pampa del Tamarugal.

Es de esperar que muchos se sumen a esta altruista iniciativa y que de esto pueda salir un emblema que permita que Tarapacá sea reconocía en cualquier lugar del orbe, potenciando sus grandes atractivos culturales, históricos, sociales y naturales.

En tiempos donde la mayoría de las veces nos quejamos de las malas noticias, es importante también reconocer estas acciones que apuntan a que las personas se unan en un propósito, sin buscar réditos de tipo político o económico.

Esta región históricamente se ha caracterizado por ser un territorio de riquezas y de grandes bondades que terminan por cautivar a quienes llegan. Esta es una buena oportunidad para representar en un emblema todo eso que ofrece este territorio denominado Tarapacá.

"Es una idea que busca fortalecer la identidad tarapaqueña entorno a un símbolo que permita unir a quienes viven en el territorio regional".

En este año electoral, Chile enfrenta una disyuntiva crucial: optar entre eslóganes dogmáticos y repetidos o abrir paso a un debate profundo, informado y plural de ideas y propuestas. El riesgo de quedarnos atrapados en trincheras ideológicas no es menor, ya que cuando las elecciones se reducen a una competencia de frases hechas y prejuicios, pierde la democracia y, por cierto, la ciudadanía.

Uno de los mayores desafíos del país es retomar la senda de la inversión y del crecimiento económico. Esta es una necesidad estructural para poder sostener el desarrollo social que tantas veces se promete desde la política. El crecimiento no es enemigo de la justicia social, sino que precisamente su condición de posibilidad. Sin inversión, no hay impuestos ni empleos; sin empleo, no hay ingresos dignos; sin ingresos, no hay bienestar ni movilidad social posibles.

Sin embargo, muchas campañas repiten lemas que apelan a la igualdad y la justicia social como si fueran resultados "mágicos", desligados de las condiciones que los hacen viables. Y, como hemos visto, prometer derechos sin explicar cómo se financian, es irresponsabilidad. La evidencia muestra que la mejor política social es una economía que crece, que atrae inversión, que genera más oportunidades, y que cuenta con un Estado eficiente para redistribuir con criterio y eficacia.

Chile necesita impulsar la productividad, destrabar proyectos, mejorar la competitividad y recuperar la confianza de quienes invierten y emprenden. No es tiempo de ensayar slogans manoseados, sino de implementar políticas que permitan que el país retome la dinámica perdida.

Por ello, el debate de los próximos meses debe centrarse derechamente en cómo se vuelve a crear riqueza, y no solo en cómo se reparte. La ciudadanía merece comparar propuestas serias, alejadas de consignas inverosímiles. Recuperar el crecimiento económico será la base para financiar pensiones, salud y educación de calidad. Y para ello, más que vociferar promesas -o mirar los errores de los 70's y 80's-, es hora de discutir sobre planes, cifras y resultados.

Recordemos que no hay desarrollo sin inversión. Como tampoco habrá justicia social sin crecimiento. Pensar que se puede avanzar sin ambos es una ilusión costosa, que Chile y sus regiones no pueden seguir pagando.

"Uno de los mayores desafíos del país es retomar la senda de la inversión y del crecimiento".

Leopoldo Bailac A.,, Presidente de la Asociación de Industriales de Iquique y el Tamarugal (AII).

En este año electoral, Chile enfrenta una disyuntiva crucial: optar entre eslóganes dogmáticos y repetidos o abrir paso a un debate profundo, informado y plural de ideas y propuestas. El riesgo de quedarnos atrapados en trincheras ideológicas no es menor, ya que cuando las elecciones se reducen a una competencia de frases hechas y prejuicios, pierde la democracia y, por cierto, la ciudadanía.

Uno de los mayores desafíos del país es retomar la senda de la inversión y del crecimiento económico. Esta es una necesidad estructural para poder sostener el desarrollo social que tantas veces se promete desde la política. El crecimiento no es enemigo de la justicia social, sino que precisamente su condición de posibilidad. Sin inversión, no hay impuestos ni empleos; sin empleo, no hay ingresos dignos; sin ingresos, no hay bienestar ni movilidad social posibles.

Sin embargo, muchas campañas repiten lemas que apelan a la igualdad y la justicia social como si fueran resultados "mágicos", desligados de las condiciones que los hacen viables. Y, como hemos visto, prometer derechos sin explicar cómo se financian, es irresponsabilidad. La evidencia muestra que la mejor política social es una economía que crece, que atrae inversión, que genera más oportunidades, y que cuenta con un Estado eficiente para redistribuir con criterio y eficacia.

Chile necesita impulsar la productividad, destrabar proyectos, mejorar la competitividad y recuperar la confianza de quienes invierten y emprenden. No es tiempo de ensayar slogans manoseados, sino de implementar políticas que permitan que el país retome la dinámica perdida.

Por ello, el debate de los próximos meses debe centrarse derechamente en cómo se vuelve a crear riqueza, y no solo en cómo se reparte. La ciudadanía merece comparar propuestas serias, alejadas de consignas inverosímiles. Recuperar el crecimiento económico será la base para financiar pensiones, salud y educación de calidad. Y para ello, más que vociferar promesas -o mirar los errores de los 70's y 80's-, es hora de discutir sobre planes, cifras y resultados.

Recordemos que no hay desarrollo sin inversión. Como tampoco habrá justicia social sin crecimiento. Pensar que se puede avanzar sin ambos es una ilusión costosa, que Chile y sus regiones no pueden seguir pagando.

"Uno de los mayores desafíos del país es retomar la senda de la inversión y del crecimiento".

Leopoldo Bailac A.,, Presidente de la Asociación de Industriales de Iquique y el Tamarugal (AII).

Pese a que por lo general en esta época del año los huevos comienzan a subir de precio, suele ocurrir que después no bajan más y al año siguiente vuelven a subir. El dicho de que algo está a "precio huevo" quedó obsoleto.

Teatro Municipal

El Teatro Municipal terminado luce con el esplendor que merecía hace décadas. No obstante, es importante que se dé a conocer su parrilla de espectáculos anual, su fecha de inauguración y, sobre todo, su plan de gestión para cuidarlo como se merece.

Discriminación

Hoy por hoy muchas minorías combaten la discriminación y los gobiernos implementan acciones para que se genere inclusión. Sin embargo, un grupo que cada día es más desplazado es el de los adultos mayores, quienes tienen mucho que aportar al país.

Pese a que por lo general en esta época del año los huevos comienzan a subir de precio, suele ocurrir que después no bajan más y al año siguiente vuelven a subir. El dicho de que algo está a "precio huevo" quedó obsoleto.

Teatro Municipal

El Teatro Municipal terminado luce con el esplendor que merecía hace décadas. No obstante, es importante que se dé a conocer su parrilla de espectáculos anual, su fecha de inauguración y, sobre todo, su plan de gestión para cuidarlo como se merece.

Discriminación

Hoy por hoy muchas minorías combaten la discriminación y los gobiernos implementan acciones para que se genere inclusión. Sin embargo, un grupo que cada día es más desplazado es el de los adultos mayores, quienes tienen mucho que aportar al país.