Cambio de mando
Finalmente se produjo el cambio de mando y con ello Tarapacá ya cuenta con un nuevo intendente, dos gobernadores, además de un renovado Consejo Regional. A lo anterior se suma también el juramento de dos nuevos senadores, como son Jorge Soria y Luz Ebensperger, y tres diputados, uno de ellos nuevo como es Ramón Galleguillos que se suma a Hugo Gutiérrez y Renzo Trisotti.
Solo son las primeras autoridades regionales del nuevo período pues hasta la fecha existió un retraso en los nombramientos de los secretarios regionales ministeriales lo que generará que hoy, desde las 8 de la mañana, no aparezcan los titulares en sus respectivos puestos de trabajo en cada servicio, sin duda una situación que se debe zanjar a la brevedad.
Más allá de lo anterior, la jornada de ayer también sirvió para conocer las primeras luces de lo que será la nueva administración regional. Ello porque en su discurso la primera autoridad regional, Miguel Ángel Quezada, anunció que algunos de los tópicos donde centrará sus esfuerzos son seguridad pública, trabajo, la primera infancia y el adulto mayor, todos temas sensibles en Tarapacá.
Quezada fue más allá y ya anunció que una de sus primeras actividades públicas será acercarse al centro de la ciudad donde revisará temas de seguridad y también de migración.
Otro de los énfasis lo marcó en el ámbito de la vivienda, donde estableció el conocimiento del gobierno sobre las carencias existentes en Tarapacá y la necesidad de obrar en una línea que permita entregar nuevas soluciones habitacionales en los próximos años.
Finalmente destacó también el buen tono de la ceremonia realizada ayer, donde las autoridades salientes, las entrantes y en general el público asistente se comportó a la altura de la solemnidad de la ocasión, con un ánimo productivo que buscó siempre el aplauso más allá de las consignas y protestas.
Es de esperar que este sea el ambiente que reine en la región, pues más allá de la pasión con que muchas veces se discuten los temas en política, no hay que olvidar que todo puede resolverse con el diálogo, siempre y cuando esté acompañado de la buena fe y el deseo de trabajar por la región y sus comunidades.
"Las autoridades salientes, las entrantes y en general el público asistente se comportó a la altura".