Hace algunos días atrás la Universidad Arturo Prat, tras la entrega de terrenos por parte del Ministerio de Bienes Nacionales, comenzó a concretar un ambicioso proyecto para los próximos 30 años, como es la construcción de la "Ciudad Universitaria Transfronteriza UNAP" en Lobito.

Esta iniciativa, que considera tres etapas con un plazo de diez años cada una, involucra la edificación de laboratorios especializados, complejos polideportivos, salas de estudios, aularios y dependencias que albergarán a sus facultades, entre otras instancias, posibilitando la formación de profesionales de primer nivel.

De esta forma, al lograr este gran sueño no solo se está impactando directamente a esta Casa de Estudios Superiores, sino también a la región de Tarapacá, a Chile y a su relación y posibles alianzas con los países vecinos que también están involucrados en el proyecto.

La futura Ciudad Universitaria Transfronteriza pretende ser una iniciativa arquitectónica acorde a la zona norte, que contribuya a consolidar la urbanización y crecimiento de Iquique en el sector sur, respondiendo también al mejoramiento de la infraestructura urbana.

Esta nueva urbe, plena de saberes locales, desarrollará investigación sustentable con la visión de ser un tecnopolo capaz de integrar la ciencia, la tecnología, la innovación y el emprendimiento; estimulando la creatividad y el pensamiento académico, la producción científica, la transmisión del conocimiento y la transferencia de ellos, no solamente en el aula, sino también con la comunidad y el mundo empresarial.

Claro es también que para lograr este gran sueño, tanto el mundo público como privado, deberán apoyar los proyectos que deberá generar esta Universidad para su financiamiento.

De esta manera, con la entrega de la concesión de estos terrenos, estamos construyendo la Universidad del año 2030, una ciudad universitaria, integrada al territorio, transfronteriza e intercultural en Tarapacá, pero para el mundo. Hoy se está haciendo historia en medio del desierto, un nuevo comienzo, para la UNAP, para Iquique y para nuestro país.

"Para lograr este gran sueño, tanto el mundo público como privado, deberán apoyar los proyectos".

Gustavo Soto Bringas,, rector Universidad Arturo Prat"

Fase 2

Una buena señal para la economía significa la aprobación de Quebrada Blanca Fase 2. Ojalá que el proyecto siga avanzando acorde a la normativa vigente y pueda ser un buen nicho de empleo para los habitantes de la región.

No abusar

Si bien siempre ha existido una buena acogida del comercio en Tarapacá, durante la fiesta de San Lorenzo, es importante que se mantengan precios acordes a lo que se ofrece y no exceder demasiado los costos reales de los productos.

Desfile de políticos

Aunque una buena parte son autoridades que deben estar en la fiesta, también existen otros personeros políticos que no tienen nada que hacer y llegan a Tarapacá para buscar algún voto de cara a las próximas elecciones, las que estarán más reñidas que de costumbre.

Un lugar de acogida

Una hospedería para personas en situación de calle es una necesidad que por más de 9 años ha estado pendiente en Iquique.

Según el Catastro Social de Calle del 2017 eran 435 personas que mantenían esta situación en la región de Tarapacá, que si bien significó una baja respecto a la anterior medición igualmente implica una necesidad que debe ser atendida.

El proyecto de la hospedería volvió a insertarse dentro del presupuesto regional, luego de ser desestimado en varias oportunidades por su alto costo, debido al proyecto original (2009) representaba una inversión de 1.244 millones, que para la época era demasiado elevado.

Ayer los consejeros regionales aprobaron el proyecto por $1.100 millones, el cual pretende ser un lugar de atención de las cientos de personas que están en situación de calle en Iquique, en una infraestructura de 852 m2 con 14 habitaciones y capacidad para 97 personas.

La aprobación del Core es el primer paso para el nuevo proyecto, donde se requiere la voluntad de las autoridades para que se pueda llevar a cabo sin contratiempos.

Al mismo tiempo se requiere un trabajo profesional de parte de los distintos organismos que se encargan de la protección de estas personas con el objeto de que no sigan muriendo en las calles de Iquique.

Si bien el lugar no será suficiente para albergar a todas las personas que existen hoy en día en la calle, es importante contar con un lugar, sobre todo porque existen personas que por distintos motivos han llegado a la calle.

Al mismo tiempo se requerirán los recursos para poder mantener esta hospedería, donde los medios que el Estado provee a organizaciones como por ejemplo el Hogar de Cristo, nunca son suficientes para tanta necesidad.

Del mismo modo, es clave que esta hospedería incluya actividades, talleres y capacitaciones que permitan ofrecer algo más que solo un lugar de cobijo.

En Tarapacá estamos lejos de contar con un buen manejo de la problemática de las personas que habitan en la calle, sobretodo porque la labor más importante la hacen particulares o pequeñas agrupaciones sin fines de lucro que dependen de la caridad y recursos propios de sus socios. Nunca es tarde para empezar.

"Se requiere un trabajo profesional de parte de los distintos organismos que se encargan de la protección".