Cuidado del patrimonio
Al terminar las vacaciones de invierno bien vale la pena analizar, una vez más, las virtudes y los defectos de la actividad turística en la zona.
En este punto destaca que si bien existe un discurso que ubica a la región con una clara orientación hacia esta industria, esto no es posible de observar en sus calles y mucho menos en sus monumentos y sitios patrimoniales.
Si bien Iquique no es comparable a ciudades como París y Roma, por ejemplo, ya sea en términos de recursos, población, educación y años de historia, pues Roma posee más de 2.400 años desde su fundación, sí comparten la vocación al turismo y en ese sentido existen iniciativas importantes que son parte de una planificación que apunta a la preservación y cuidado de sus innumerables sitios históricos.
En París hoy el Panteón está en restauración y la torre Eiffel es retocada cada cuatro años, mientras que en Italia la emblemática Fontana di Trevi está en plena faena de mejoramiento, por nombrar solo algunos.
Entonces no se trata de comparar sino que de aprender y en ese aspecto aparece como necesario adquirir una política constante de mantención de los sitios patrimoniales, del cuidado de los inmuebles y de planificar sus procesos, a diferencia de lo que ocurre hoy donde hay que esperar hasta que los recintos ya no den para más o que incluso estén en peligro para pensar en largos procesos donde deben realizarse estudios de daños, diseños de infraestructura, licitaciones de restauración y finalmente la ejecución de los mismos, todo ello acompañado de las respectivas tomas de razón, aprobación de presupuestos y otra larga serie de procesos burocráticos, que si bien son necesarios, son también muy extensos, generando una sensación de abandono.
En materia de patrimonio estamos al debe y urge contar con una política de manejo de los espacios más dinámica y coherente con los tiempos.
No menos importante es el rol de la ciudadanía y su educación, pues más allá de entregar contenidos, es vital que las personas aprendan de educación cívica y con ello a respetar todas aquellas obras que hacen conocida a la región y que hablan de su historia y costumbres.