Autos abandonados
La Municipalidad de Iquique informó el retiro de 107 vehículos abandonados en la calles de la ciudad, máquinas que según las denuncias realizadas por los vecinos generan diversos conflictos sociales.
Si bien la medida busca abordar un problema de larga data en Iquique, su aplicación no es suficiente para solucionar los complejos problemas de tránsito que en la actualidad presenta la capital de Tarapacá. Se trata de una contribución importante, que por lo demás permite evitar situaciones que se relacionan con temas de seguridad ciudadana, pero que aún no considera soluciones más profundas.
Este primer paso debe estar acompañado por otras medidas, sobre todo de aquellas que generen real conciencia en la población, la que en definitiva debe asumir un rol activo en esta materia.
Hoy por hoy, el parque automotor de Iquique se empina por sobre los 50 mil vehículos y la cifra crece de manera significativa si se suman los automóviles registrados en el municipio de Alto Hospicio, donde también es posible observar el problema.
Considerando los beneficios tributarios y las particularidades del sistema franco que opera en la región, las posibilidades de adquirir automóviles nuevos y usados es más alta que en otras regiones del país. Su menor costo genera que ante desperfectos mecánicos importantes los propietarios opten por adquirir una máquina nueva y abandonen los vehículos en desuso en la vía pública.
Por otro lado y ante la escasez de terrenos, la mayoría de los edificios solo cuentan con un estacionamiento por familia, mientras que las estadísticas indican que, en muchos casos, por cada hogar existen dos y hasta tres rodados. Ante ese escenario, es habitual que los autos permanezcan estacionados en la calle, contribuyan a los atochamientos e incrementen el problema.
Junto con las acciones que implementan los organismos competentes, es indispensable que la comunidad se comprometa de forma real con una ciudad más segura, amigable y ordenada.