Salitre y cobre
En el pasado la caja fiscal en buena parte dependía de los ingresos que producía el impuesto sobre la exportación de salitre. Era la llamada "Renta del Salitre". Cuando había crisis los ingresos bajaban duramente y se producían trastornos a la hacienda pública. Tarapacá y Antofagasta entregaban sus riquezas en beneficio del resto del país con un gobierno fuertemente centralizado. Balmaceda alertó con tiempo sobre el incierto futuro de la bonanza del "oro blanco".
Lamentablemente no se le escuchó, sobrevino más tarde la tragedia del salitre. Esta nos dejó una gran lección que no aprendimos con la actual situación del cobre, cuyos ingresos son fundamentales para la caja fiscal. No se diversifica nuestra economía con la reindustrialización nacional. Continuamos con la fuerte dependencia de la exportación de materias primas.
Buena parte de la producción de cobre se encuentra en el norte, especialmente en las regiones de Tarapacá y Antofagasta, ayer lo fueron íntegramente con el salitre.
Las riquezas mineras nortinas al servicio del país, no recibiendo los beneficios que debería entregar el centralismo.
Antes el centralismo santiaguino miraba afanoso la situación del mercado del salitre. Los mayores consumidores estaban en países de Europa occidental, especialmente Alemania. Ahora las autoridades capitalinas miran hacia China, el mayor consumidor de cobre chileno. A menos compras del gigante asiático, menor precio del metal rojo. Se hacen cálculos, vaticinios del futuro precio de éste y los resultados de nuestra economía sobre-dependiente. Parece que seguiremos encadenados a esa situación. No será nada fácil buscar posibilidades de nuevos campos de actividades económicas que nos haga depender menos de esa industria minera metálica. Es una tarea de Estado.
Mario Zolezzi Velásquez