Este viernes se cumplieron 50 años del ataque de un destacamento de gendarmes argentinos a una patrulla de Carabineros en la Laguna del Desierto (provincia de Aysén), que costó la vida al teniente Hernán Merino Correa, agresión ocurrida el 6 de noviembre de 1965.
El oficial murió en defensa de la soberanía nacional en esa remota zona fronteriza que los ríoplatenses reclaman propia. Argentina planteó un diferendo fronterizo en la zona.
En 1951 envió un destacamento de gendarmes a esa zona, notificando a sus pobladores que se encontraban en territorio trasandino. El asunto quedó archivado hasta que en 1965 los argentinos lo reactivaron, enviando gendarmes a notificar a los colonos nacionales que debían someterse a la jurisdicción de su país. Ante esa situación llegó una patrulla de Carabineros al puesto Arbilla.
Por otra parte, se reunieron los Presidentes de ambos países el 30 de octubre de 1965, dándose a conocer una Declaración Conjunta, acordándose además retirar las fuerzas policiales de la zona de conflicto hasta que se trazara la frontera, señala Óscar Espinosa Moraga.
Sin embargo, se desató la pérfida acción ríoplatense. El 6 de noviembre de 1965 una fuerza de cien gendarmes atacó a la patrulla, abatiendo al teniente Merino Correa, hiriendo a un sargento y tomado prisionero a dos policías.
Este alevoso hecho provocó indignación nacional y cambio de notas entre ambas cancillerías. Muchísimos años después este problema fronterizo fue entregado a un Tribunal Arbitral que falló a favor de Argentina. Chile perdió 500 kilómetros cuadrados. El Presidente Aylwin afirmó que se trataba de un "pedacito de tierra".
La muerte del teniente de Carabineros Hernán Merino Correa constituye un símbolo del cumplimiento del deber en defensa de la soberanía nacional en una remota zona de la Región Austral.
Mario Zolezzi Velásquez