Editorial
Prevención de accidentes
Las estadísticas que se conocen año a año en verano dan cuenta de una realidad preocupante a escala nacional, debido a los accidentes y muertes por inmersión en playas, ríos y balnearios.
La autoridad marítima realiza continuas fiscalizaciones en esos lugares autorizados, para que estos accidentes disminuyan. La temporada se inició el 15 de diciembre y se extenderá hasta el 15 de marzo. Hay que considerar que en la región de Tarapacá existen solo dos playas habilitadas que disponen de salvavidas: Cavancha y Chanavayita.
Pero muchas familias concurren a bañarse a lugares que no son aptos para ello, mientras que en las playas autorizadas las personas insisten en hacer caso omiso a las señalizaciones de prohibiciones y a las sugerencias de los salvavidas. Son obviamente actitudes irresponsables de los bañistas, que finalmente pueden traducirse en accidentes con resultado de muerte por inmersión y que incluso ponen también en riesgo la vida de otras personas que participan en el salvataje de quienes cometen estas imprudencias.
Cuando estamos en pleno desarrollo de la temporada de playas, es importante insistir en el llamado a la prevención y el autocuidado, para bajar tanto como sea posible la cifra de víctimas fatales que tanto dolor provocan a las familias. Entre las actitudes más recurrentes de los bañistas, que es necesario evitar, está el consumo de alcohol. Una recomendación básica es no ingresar al agua después de haber ingerido alimentos, sino que esperar a lo menos una hora.
Los veraneantes deben preferir los lugares en que existe resguardo de salvavidas, además de las piscinas dispuestas en centros de recreación que cuenten con esta necesaria protección y nunca dejar a los niños sin vigilancia, para evitar cualquier accidente.
La autoridad marítima insiste en que no se practiquen los peligrosos piqueros en el agua, ya que son de alto de riesgo de daños a la columna.
Finalmente, la mejor prevención es la que cada uno de nosotros está dispuesto a asumir, ya que muchas veces el alcance de los salvavidas no da para estar pendiente de las miles de personas que llegan a una playa como Cavancha.
"Pero muchas familias concurren a bañarse a lugares que no son aptos para ello".