Vestidos a la usanza de la Guerra del Pacífico, fue posible ver a Fernando Montecinos y Leslie Montecinos, padre e hija, respectivamente, que caminaban por la ruta que une Pozo Almonte y La Tirana, antes del cruce, como pago de la manda que ambos le hicieron a la chinita del Tamarugal.
Los peregrinos llegados desde Santiago ayer expresaron su orgullo por caminar vistiendo el uniforme. "Los soldados en esos años que se dio la Guerra del Pacífico antes de irse a la guerra pasaban a encomendarse a la chinita. Muchos católicos iban a pedirle que llegaran con vida a sus casas. Nosotros que somos descendientes de un soldado de la guerra lo quisimos hacer de esta manera", dijo.
Fernando Montecinos, desde hace sólo tres años camina hasta el Santuario, más bien por el tema económico que significa hacer un viaje de esta envergadura.
"Siempre hemos venido vestidos así, con orgullo y con honor. Mi bisabuelo Daniel Montecinos Troncoso peleó en el cuarto de línea y murió en 1953 siendo soldado conscripto y en forma póstuma se le dio el grado de sargento segundo", dijo.
Otro de los peregrinos que caminaban fue Carmen Díaz y Carlos Ayala de Temuco y Santiago, quienes pese al sol venían contentos de poder ver a la chinita. "Siempre devotos de la virgen. Llegamos hoy y nos quedamos unos días. Venimos a la víspera y mañana a la procesión", expresaron.
Luis Cornejo, llegó desde Arica para caminar por la ruta del peregrino. "Hoy mismo llegué y fue por una manda y por eso vine con mi familia. Como ella me cumplió a mi, yo tenía que responderle también y por eso llegué hasta la imagen", precisó.
Adultos mayores
Saliendo del santuario, Lucia Salas de Chillán contó que su caminata fue por la salud de su hermana y es segunda vez que la hace. "La chinita es muy milagrosa por eso yo vine a pedirle por la salud de mi hermana. Estoy muy emocionada, es muy lindo verla", señaló.
En tanto, Angélica Gamboa, en silla de ruedas llegó hasta el Santuario con una de sus hijas y emocionada señaló "hace muchos años que no venía y vengo a darle las gracias a la virgen. Nos quedamos para la víspera con mi hija".
Gamboa además recordó a una de sus hijas . "Mi hija de 42 años murió y todos los años venía con nosotros y es una gran pena".
Mandas
"En esta oportunidad, vinimos con mi hija a pagar una manda porque ella terminó su carrera de profesora de Estado de Física y Matemática de la Usach" manifestó Fernando Montecinos. Otra de las devotas es Verónica Milla, quien de Antofagasta llegó para pedir por su salud. "Estoy en lista de espera para dos operaciones. De oído y de útero y estoy esperando que salga todo bien. En mi oído tienen que ponerme un tímpano artificial" .
Mariela Cabello Venegas
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