Escribo para denunciar la situación que vivimos todos los fines de semana gracias a unos arrendatarios que tenemos de vecinos. Esta casa está ubicada en calle Tarapacá y la dueña vive en Thompson. Esta señora le arrendó a un joven el cual le subarrendó a otras personas.
Este arrendador ya no vive ahí, pero dejó a sus arrendatarios, los cuales casi todos los días hacen fiesta, con volumen muy alto.
El problema es que, por ejemplo, el sábado 4 del mes en curso, empezó su fiesta a las 17 horas, terminando a las 6 de la mañana del día siguiente. Durmieron y empezó de nuevo a las 9.30 horas y así todo el día.
Esta gente bebe en presencia de los niños, pelean, gritan y tiran basura a los patios vecinos. Se ha ido a hablar con la dueña pero esta señora hace oídos sordos a nuestras quejas. Se llamó a Carabineros pero y de vez en cuando vienen pero esta gente no les abre la puerta y los suben a garabatos y se tienen que retirar sin poder hacer nada. Se llamó a Seguridad Ciudadana por respuesta que ellos nada pueden hacer ya que son agredidos por esta gente también. Se fue a hablar con la Junta de Vecinos que nos corresponde (Grumete Bolados) la cual nos manda a hablar con la Junta de Vecinos Sargento Aldea, la que nos respondió que a ellos no les corresponde. Nuestra junta pasa todo el día cerrada, así que nos sentimos totalmente desprotegidos. La pregunta es ¿a quién acudimos?, la Gobernación Provincial, Carabineros, Junta de Vecinos, Seguridad Ciudadana, quién es capaz de detener este caos.
Todos juntos
Ver trabajando codo a codo las tripulaciones rusas, norteamericanas y brasileñas en sus aviones, cientos de brigadistas de varios países junto a nuestros bomberos, personal de Conaf y voluntarios para combatir los brutales incendios que diezmaron a Chile, abre una luz de esperanza que si el mundo es capaz de unirse, dejando atrás viejas, añejas e inconducentes diferencias para ir en auxilio de quienes lo requieren, lo ideal es que esto ocurriese sin necesidad de que existan tragedias que lamentar.
Somos un pequeño punto en la inmensidad del universo, viajamos en una nave espacial llamada "Tierra", es hora de comenzar a cuidarla, entre todos, para que nuestras futuras generaciones tengan la dicha de vivirla como nosotros y ojalá bajo nuevos códigos para relacionarse.
Hoy son los incendios, mañana puede ser el hambre, la cura de enfermedades.
Luis Enrique Soler Milla.
Yolanda.