Pasaje Santiago mantiene viva la fiesta de San Pedro
En la histórica calle está instalada la Parroquia San Geraldo que alberga la celebración en honor al patrono de los pescadores, guardado una antigua tradición.
Corrían los primeros días del siglo XX y el auge salitrero fue el precursor de la llegada de los primigenios habitantes del pasaje Santiago, que es el mejor ejemplo de la chilenización y se llama así por la capital de Chile.
Su corta extensión se explica debido al padrón urbano del Iquique de 1900. "En una zona que está siendo densamente poblada y con alta concentración de familias que vienen de la zona centro sur, migrando al norte para ocupar las tierras con títulos de propiedad que entrega el gobierno de Chile para trabajar en el auge salitrero", explica Patricio Rivera, académico e investigador de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Arturo Prat.
El profesional agrega que el pasaje ya existía hacia 1900 y además en sus cercanías había un lazareto, entre el inicio de Desiderio García y Amunátegui, que existía desde la época peruana, porque esa zona era alejada del centro de la ciudad y por eso abundan relatos de fantasmas.
San pedro del colorado
De acuerdo a Rivera, el pasaje ha sobrevivido en forma casi incólume a las expropiaciones y erradicaciones del barrio El Colorado. Sin embargo, los habitantes no son parte de este barrio; sus vecinos se ubican en la frontera entre El Colorado y La Puntilla.
Actualmente los vecinos de este pasaje son los guardadores de la tradición de la fiesta de San Pedro del Colorado. Ellos reciben la fiesta en su calle y la adornan los 29 de junio de cada año.
"Su historicidad es netamente de religiosidad popular y se liga a la Iglesia Católica por la Parroquia San Geraldo. Son escenario de la misa al aire libre y de la fiesta. Además luego de la Matanza de la Escuela Santa María esa iglesia realizaba misas que honraban a las víctimas de la tragedia, tradición retomada por la comunidad del barrio el año recién pasado", cuenta el profesor de la Unap.
Luis Undurraga, antiguo vecino del pasaje Santiago, comenta que esa fiesta religiosa continúa siendo importante para todos los moradores del lugar.
"En todos lados ponen flores, vienen hartos bailes religiosos. Desde que yo tenía 9 años se hace la fiesta. Todo es bien bonito", expresa el vecino quien vive hace 60 años en el histórico pasaje.
Respecto a cómo era el barrio antes, Undurraga recuerda que "había una pileta en la esquina y uno salía a buscar agua, porque no había agua en las casas. También eran muy bonitos los carnavales, ya que la gente sacaba a la calle sus bateas para jugar a la chaya".
Herencia del pasaje
Las casas del pasaje Santiago eran de madera al estilo de las casas antiguas de El Colorado y de Iquique de principios del siglo XX con amplios patios y de fachada de madera con una puerta ancha y ventanas a los lados de pasillos largos y con habitaciones a los lados, cada una de ellas con claraboyas que eran tragaluces para el calor y para captar la luminosidad del día.
Junto con ello, las ocupaciones de los pobladores eran dos: pescadores, por eso guardan la figura de San Pedro, y ferroviarios, por su conexión con los recintos de Ferrocarriles.
Entre sus deportistas célebres destaca Pancho Lara, joven boxeador asesinado en los ochenta. Además tienen a Juvenal Ayala, conocido poeta iquiqueño. Ellos fueron parte integrante del baile religioso Servidores de San Pedro.
Respecto a su legado permanece la Iglesia San Geraldo, actual Nuestra Señora del Perpetuo Socorro que data de 1908.
"Gracias a la iglesia y sus vecinos se ha cuidado este pasaje, porque al concentrar la Iglesia se ha mantenido y no ha sido erradicado. Es muy difícil que esto suceda. Sin embargo, a la vez es una isla, porque a su costado norte desapareció Ferrocarriles en 1985, luego El Colorado antiguo en 1982 y finalmente desapareció su conexión de Blanco Encalada y Ferrocarril que es su conurbación vecinal-barrial", expone Patricio Rivera.
Por otro lado, -comenta el historiador- aún se conserva el antiguo colegio de monjas que aún tiene su fachada y que se llamó hasta 1982 la Escuela 14 de Niñas, la cual era famosa por su túnel en una de sus salas que daba a la Catedral, mientras que otros decían que a la playa. Fue cerrado en los setenta y era lugar de castigo de las alumnas en los años 30 y 40.
Junto con ello, su herencia reluce en torno al Ferrocarril Inglés y los Ferrocarriles del Estado. De hecho hasta ahora permanece una guardavía o guardapaso de vía férrea que aún está entre calle Ferrocarril y Pasaje Santiago. Asimismo, se conectaba con el Ferrocarril y su portón de hierro que inaugura su entrada al recinto por el mismo pasaje.
"Vienen hartos bailes religiosos. Desde que yo tenía 9 años se hace la fiesta (de San Pedro). Todo es bien bonito".
Luis Undurraga,, vecino del pasaje Santiago."