Hoy Bolivia celebra el Día del Mar, fecha que constituye un hito en la hermana república altiplánica, ocasión en que su más alta autoridad, como ha sido tradicional, se encarga de atacar en forma virulenta a nuestra nación, haciendo alusión a las pérdidas territoriales y de la costa que dicen poseer desde que nació a la vida independiente, en una guerra que fue provocada por Chile, la que califican como guerra de conquista para arrebatarles ricos territorios, gracias a los cuales nuestro país ha prosperado y ellos están sumidos en la pobreza y falta de desarrollo.
En una reciente publicación de mi autoría, "Mare Nostrum". "Respondiendo a Evo Morales", apoyada en una variada y amplia fuente bibliográfica -incluso de autores bolivianos- contestamos cada una de las afirmaciones hechas por Bolivia en su "Libro del Mar", que en opinión del autor, constituyen una prueba fehaciente de las inexactitudes sustentadas por Bolivia, poniendo fin a los mitos en que ha fundado su agotadora y violenta campaña de desinformación, tales como: que nacieron con una costa de 400 kilómetros; que Chile invadió su territorio sin declaración de guerra previa; que se negó recurrir al arbitraje establecido en el Tratado de 1874; que el tratado de 1904 le fuera impuesto por la fuerza, que la carencia de acceso soberano al litoral es la causa de su falta de desarrollo, etcétera, etcétera.
En beneficio del lector, citamos como ejemplo, que Bolivia solo tuvo acceso legalmente al mar desde 1866 a 1879, producto de dos convenios firmados por Chile, en que nuestro país cedió a Bolivia, en aras de la fraternidad, desde el Río Loa hasta el paralelo 24, y que Antofagasta nació y creció con el esfuerzo de capitales y trabajadores chilenos, los cuales constituían más del 90% de toda la población, incluyendo la de extranjeros.
Fernando Hormazabal Díaz