Tarapacá despertó el pasado martes, con un hecho que nuevamente conmocionó a toda la sociedad nacional.
El hallazgo del cuerpo de una joven migrante, que, buscando nuevas y mejores expectativas de vida, maniatada y al costado del camino, encontró de la peor forma, el fin de sus días, nos lleva a reflexionar sobre el sistema desnaturalizado en que habitamos.
Creo hoy pensar que la inseguridad y delincuencia, no resultan los factores gravitantes para analizar la constitución de estos hechos, sino más bien obedecen a la construcción, que como sujetos hemos realizados, a través de nuestros actos.
En su obra "La democracia inmunitaria", Alain Brossat (2008), precisa que hoy las sociedades modernas, habitan en un sistema, que invade la vida del ser humano, rechazando la expansión y creación, acentuando su acción en la protección y sustracción, dificultando la existencia de una sociedad como comunidad, padeciendo de fobia al contacto físico y vulnerabilidad emocional, condicionando a los individuos, bajo las premisas de protección y seguridad, que brindan las instituciones.
Este autor plantea que esta "inmunización", actúa como protección aislante de unos hacia otros, generando defensas con las experiencias ajenas, pretendiendo establecer al hombre como al animal más fuerte, despojándolo de la humanidad, sufrimiento y dolor, para así lograr eliminar el dolor físico de la vida del ser humano, ocultando el miedo, violencia y destrucción, entendiéndose el dolor como un mal y su resistencia como un bien.
De esta forma, hoy hechos tan lamentables, como lo ocurrido con la joven boliviana, lo apreciamos con distancia, evadiendo realmente de la crueldad y dolor, que generan acciones, tan despiadadas como estas.
Pareciera ser que hoy la violencia, impersonalidad y escasez de sentido común, tienen solo solución por el accionar que las instituciones estatales debieran aplicar en el ámbito de la protección y mantención del orden público, sin realmente abordar el por qué alcanzamos tal grado de desnaturalización.
"Hoy hechos tan lamentables, como lo ocurrido con la joven boliviana, lo apreciamos con distancia".
Gustavo Soto Bringas,, rector Universidad Arturo Prat"