Evelin Aguilar Paniagua
En un año, 4.146 tarapaqueños que estaban afiliados a alguna Institución de Salud Previsional (Isapre), decidieron abandonar este sistema privado y así dejar de pagar cotizaciones por un promedio de $91 mil 169 mensuales.
De acuerdo al último reporte de la Superintendencia de Salud, que recoge información de septiembre de 2016 a septiembre de 2017, del total de personas que dejaron este sistema, 3 mil 036 (73,2%) corresponden a cotizantes de 20 a 44 años; en tanto 241 (5,8%) a personas de 60 años y más.
El agente regional del organismo fiscalizador, Héctor Zavala, explicó que si bien no se tiene un estudio que indique los motivos de desafiliación, la cesantía sería el principal factor por el cual las personas dejan las Isapres y optan por integrarse al Fondo Nacional de Salud (Fonasa). Esto, debido a que el grueso de cotizantes que se "fugaron" de las aseguradoras están en el rango de edad de personas que trabajan, a diferencia de los adultos mayores "donde es razonable que se retiren porque la pensión no les alcanza para pagar".
Respecto al trámite de desafiliación, explicó que, en teoría, las Isapres no deberían poner inconvenientes si el cotizante lleva más de un año de contrato; sin embargo, si el tiempo es menor, la única causal para abandonar el sistema es haber quedado sin trabajo, lo cual deberá ser acreditado.
Al analizar las cifras entregadas por la superintendencia según sexo, se observa que el 71,9% de los cotizantes que se retiraron de las Isapres son hombres que tenían 0,8 cargas en promedio y pagaban una cotización media de 87 mil 182 pesos. En tanto el 28,1% restante corresponde a mujeres con un promedio de cargas de 0,5 y una cotización pactada promedio de 101 mil 371 pesos.
Ingresos y cambios
Sin embargo, así como hay quienes escapan de este sistema privado de salud, hay otros que deciden sumarse. En la región, en el último año reportado por el organismo fueron 2.664 los tarapaqueños que ingresaron a alguna Isapre.
De igual modo, hubo 5.917 que, siendo parte del sistema, decidieron cambiar de una aseguradora de salud a otra. Esto está relacionado -según dijo el agente regional- a múltiples causas, entre las cuales estarían: burocracia en trámites, problemas de reembolso, descontento con la cobertura de salud, entre otros. Eso sí, Zavala recomendó que antes de desafiliarse de una Isapre primero se debe saber si la declaración de salud presentada a la otra asegurada fue aceptada, para luego recién proceder con el trámite. "Cuando ya tienes ese conocimiento es el momento justo para presentar la carta de desafiliación".
Con esta movilidad de la cartera de cotizantes, la región pasó de tener 32 mil 531 afiliados en septiembre de 2016, a 30 mil 707, en septiembre de 2017.
En torno a lo sucedido en años anteriores, Zavala dijo que entre 2014 y 2015 las desafiliaciones bordeaban las 3 mil, mientas que entre 2015 y 2016 estas comenzaron a superar las 4 mil.
$91 mil 169 es la cotización promedio que pagaban quienes se retiraron de las Isapres.