A 30 años del plebiscito
Han pasado 30 años de uno de los días más relevantes de la historia reciente del país. Fue el 5 de octubre de 1988 cuando los chilenos regresaron a las urnas para participar de un plebiscito que decidiría sobre la prolongación durante ocho años del gobierno militar o el fin del régimen y el llamado a elecciones libres, proceso que se materializó un año después.
A tres décadas de ese significativo episodio es posible realizar varias reflexiones. Una de ellas es el retorno del país a los caminos de la democracia, ruta que hoy nos permite contar con una institucionalidad definida, con independencia de los poderes del Estado y con una nación que, pese a las diferencias, ha forjado un desarrollo sustentado en el diálogo y los acuerdos.
Otro aspecto clave fue la amplia participación de la población, la que pese a la polarización que vivió el país optó por concurrir a los centros de votación de forma respetuosa y ordenada, reafirmando de esa forma la tradición ciudadana que caracterizaba a los chilenos antes del quiebre institucional ocurrido en la década de los años 70.
Finalmente los resultados arrojaron a la opción No como ganadora con el 55,9% de los votos, mientras que el Sí alcanzó el 44,01% de los sufragios. En el caso de la región de Tarapacá -que en esa época incluía las provincias de Arica y Parinacota- el No obtuvo una votación de 53,6% y el Sí de 43,3%.
Con todo, es importante que más allá de las ceremonias conmemorativas, los chilenos realicen una profunda reflexión de todo lo que generó divisiones en el pasado. No obstante, más allá de ese periodo de distanciamiento, es indispensable recordar el 5 de octubre como una fecha donde el país nuevamente abrió la puerta a la democracia, ingresando de forma pacífica a un proceso de transición que permitió avanzar en la reconciliación y proyectarnos hacia el siglo XXI.
Hoy, mientras Chile vive un periodo de reformas que nos permitirán adecuarnos a las exigencias de la sociedad actual, es importante mirar hacia el pasado y reafirmar que mediante el diálogo es posible construir un país donde todos, pese a las diferencias, podamos sentirnos en casa.
"Es indispensable recordar el 5 de octubre como una fecha donde el país nuevamente abrió la puerta a la democracia".