Ordenanza y convivencia
En el último tiempo se han generado disversas polémicas en Iquique por la aprobación de ordenanzas.
La mayoría se trata de prohibiciones que buscan ordenar principalmente el uso del espacio público y no afectar a terceros con acciones que como ciudadanos ejecutamos.
Ya sea por la generación de ruidos, el paseo irresponsable de mascotas, la mala utilización de plazas y parques y en general cualquier conducta cotidiana que afecte a otros, necesita ser normada.
En este sentido, en las últimas semanas se dio a conocer la disposición de la municipalidad de Iquique respecto a las playas, donde además de las restricciones para las mascotas y las zonas donde se pueden hacer deportes, se suma la prohibición de realizar parrilladas.
Los principales problemas se generaron con los vecinos de El Morro, quienes manifestaron su molestia al estar incorporados con la playa del sector (Bellavista), además de la Poza de Los Caballos de Península, como zonas donde es posible hacer parrilladas, aunque con algunas medidas de seguridad.
En este sentido destaca la obligación de hacerlo en parrillas de más de 40 centímetros de alto, además de generar acciones para mantener la limpieza.
Es importante recordar, que el año pasado una niña se quemó con brazas que personas dejaron en la arena, lo cual se puede evitar con simples medidas de seguridad que incluso van más allá de una normativa comunal.
Es importante, que más allá de estas normativas, exista un compromiso de la ciudadanía por respetar al otro y para cada acción que generemos, podamos ponernos en el lugar de nuestros vecinos.
Esto se aplica por ejemplo a que en el paseo de nuestras mascotas llevemos algo para retirar los desperdicios, al estacionar nuestro vehículo no lo ubiquemos fuera de un portón o sobre la vereda, o al poner música, esta se escuche a un volumen moderado.
Muchas veces las ordenanzas hacen más complejas acciones que en realidad son de sentido común, sin embargo estas no existirían en caso de que la mayoría de las personas actuaran con un mínimo de respeto al prójimo.
"Estas ordenanzas no existirían si la mayoría de las personas actuara con un mínimo de respeto al prójimo".