Árboles hablantes: el proyecto de emprendedores hospicianos
Máquinas pueden hablar y le enseñan a los niños historias con mensajes educativos.
Imperio Animatronic es una empresa distinta a las convencionales. Esta, se trata de dos verdaderos árboles robóticos animados de alrededor 2,5 metros el más alto, los que se han ganado el cariño, especialmente, de los niños.
Carolina Silva, tiene 35 años y es la creadora, junto a su esposo Jonathan Manzano, de estos personajes ficticios que se encuentran en distintos espacios públicos, según la ocasión, que a través de diferente métodos tecnológicos dan vida a las diferentes historias que transmiten un mensaje educativo y valórico, que es lo que pretende lograr el matrimonio.
"El proyecto fue pensado y creado para entregar mensajes de alto impacto social, valórico y entregar enseñanzas. Esto es debido a la falta de concentración en los niños y la falta de atención para recibir este tipo de mensajes, entonces quisimos adaptarnos a estos tiempos modernos. A los niños les gusta la técnología", señaló la emprendedora del proyecto.
Los robots programables están funcionando desde el año 2017 y los emprendedores cuentan que todo comenzó cuando vieron que unos niños inconscientemente le hacían daño a un árbol y una de sus hijas de 11 años, les preguntó "¿qué pasaría si un árbol hablara?", fue entonces cuando le quedó la idea rondando su cabeza y nació el emprendimiento de Imperio Animatronic.
Carolina comenta sobre la aprobación del público en sus inicios, "la recepción de los niños ha sido increíble (...) la primera vez nosotros hicimos una prueba y lo pusimos en el antejardín de la casa y comprobamos que los niños capturaban el mensaje y se acordaban de todo"
Los árboles llevan el nombre de "Sam" e "Igor" y ambos son programables para contar la historia que desean, tienen distintas temáticas, contar historias de 5 minutos e incluso de 2 horas y en distintos idiomas, "nosotros además queremos ser inclusivos, así que en las presentaciones también utilizamos una profesional interprete de lenguaje de señas para transmitir el mensaje a personas con capacidades diferentes", contó la empresaria.
Los robots hablan del respeto por el prójimo, la perseverancia, el cuidado a la naturaleza, relatan historias de cómo llegaron al mundo, leyendas de Tarapacá, como la historia de Pica, de La Tirana, pero se pueden programar con la historia que se desee, por ende pueden adaptarse según los requerimientos de cada sector, región o ciudad.
El emprendimiento, a pesar de llevar poco tiempo, ya ha sido premiado en el concurso nacional "Impulso Chileno", donde participaron 8.000 mil iniciativas de emprendedores, de los cuales solo seleccionaron a 60, dentro de los cuales fueron seleccionados en segunda categoría, siendo premiados con 5 millones de pesos y seis meses de capacitaciones en la Universidad Católica para aprender a administrar los recursos obtenidos.
Actualmente, se encuentran concursando en "Chile Prende" de la Asociación de Emprendedores de Chile y también están en conversaciones con varios municipios de la capital para establecer algunos puntos de presentación. Además, cuentan que se vienen sorpresas, ya que están en camino más animatronics relacionados con distintas temáticas.
"Uno de los animatronics que va a llegar es un volcán, en donde le habla a los niños de su composición, va a tirar humo, hablar, pero también tiene algo potente, ya que le va a enseñar a los niños a cómo reaccionar ante un movimiento telúrico", dijo Carolina.
"El proyecto fue pensado y creado para entregar mensajes de alto impacto social."
Carolina Silva,, Emprendedora creadora de Imperio Animatronic"