Iquique tiene la mayor tasa de edificios en altura del país
Arquitecta asegura que "murallones" afectan zonas típicas.
Patricio Iglesias P. - La Estrella de Iquique
La necesidad de que el crecimiento en altura de Iquique sea acorde a un desarrollo armónico que evite la invasión o alteración de zonas patrimoniales, así como no afecte la identidad de barrios que caracterizó por décadas a Iquique, planteó la arquitecta y MBA en arquitectura, Gissel Godoy.
La profesional considera que este factor debe ser primordial al momento de analizar el impacto de los proyectos inmobiliarios, considerando que Tarapacá, de acuerdo a un estudio del cuarto trimestre de 2018, comparte con Antofagasta la tasa más alta de edificaciones en altura con un 89%, por encima de la Región Metropolitana y otras regiones con más habitantes.
La profesional con experiencia en el sector académico y privado precisa que Tarapacá se consolida en los edificios de altura con un impacto económico importante. No obstante, cree que este crecimiento no ha tenido un desarrollo armónico advirtiendo que uno de ellos es el que se esté perdiendo el sentido de barrio por la edificación vertical y la lejanía de los servicios.
Precisó que en el sector sur de Iquique "tenemos el caso de conjuntos habitacionales que para ir a comprar pan, sector calle Bilbao, las personas deben concurrir a un supermercado y trasladarse en vehículos".
A ello agregó también la lejanía o ausencia de plazas para niños. "Y tenemos que si estos existen son de tipo privados como salones de eventos y no comunitarios. Solo al interior y no externos".
Murallones
Gissel Godoy plantea que la construcción en altura con edificios sobre los 18 pisos también están afectando las zonas patrimoniales y esto lo atribuye al plan regulador "y si te permite construir un edificio de 12 pisos dos cuadras más arriba de calle Baquedano y esa construcción te quita la luz del sol de la mañana, te quita calidad de vida, de la casa u oficina. Si esto ocurre es porque el plan regulador lo permite".
Sostuvo que la edificación en altura tiene un lado B cuyo valor no tiene que ver exclusivamente con lo que se ve en Baquedano, como la casa peatonal y las fachadas en madera.
"El valor de Baquedano tiene que ver con su contexto inmediato, con lo que tú antes lograbas ver desde esa zona, como el paseo del camino hacia el sur y hacia el norte la plaza Prat que desembocaba en el muelle de pasajeros. Luego en las calles transversales si ibas al oriente veías el cerro en detalle, pero ahora esa altura que te contenía, que eran de las casas está siendo abruptamente interrumpidas por estas edificaciones en altura, en dos a tres calles de la histórica arteria".
Godoy precisa que se da un fenómeno de destrucción de la imagen original que se guarda en la memoria de los lugares simbólicos de Iquique.
Una visión similar comparte la arquitecta Cecilia Sánchez, académica y consultora en universidades de Sudamérica, para quien el problema radica en definir el plano regulador de Iquique, lo que a su juicio afecta un crecimiento más armónico del borde costero así como la densificación.
Precisó que la construcción en altura no solo ha transformado a Iquique, sino que "se deben considerar efectos tales como el impacto de las sombras de los edificios y el entorno y ambiente".
Toma como ejemplo que en zonas como El Morro, antaño los edificios se construyeron con una altura de 5 a 6 pisos.
Estudio
Según el estudio del sitio portalinmobiliario.com, un 90% de los proyectos inmobiliarios en la región de Tarapacá están asociados a edificios de altura, en el sector privado, mientras que un 11% corresponde a viviendas (casas). Este lugar es compartido con Antofagasta. Mientras que en arriendos y demanda, la región se ubica en el cuarto lugar.