Los ojos que escrutaban lo que sucedía en nuestros países americanos en los siglos XVI y XVII eran los de los cronistas, en los siglos XVIII y XIX eran los de los viajeros e investigadores. Ellos dejaron registro de lo que vieron, a través de sus propios paradigmas y culturas, decidiendo lo que era o no civilizado. Algunos denunciaron injusticias o reconocieron las bondades de nuestras sociedades americanas. Curiosamente en el siglo XVII la mejor denuncia de lo que hacía la Corona de España en América la realizó un indígena del virreinato del Perú, Guamán Poma de Ayala, en su "Nueva Crónica y Buen Gobierno" de 1615, donde le expone al rey de España los castigos que sufrían los indígenas en Perú de manos de los conquistadores y colonizadores.
Desde fines del siglo XIX surgieron los corresponsales que cubrían las guerras, los golpes de estado, las insurrecciones, la hambruna, los desastres naturales, etc., entonces los ojos escrutadores fueron más precisos porque eran además fotógrafos. El siglo XX fue de periodistas como el húngaro Robert Capa, que estuvo en la guerra civil española, o el polaco Ryszard Kapuscinski, que narró lo sucedido en Angola, entre muchos otros. En el Chile de 1973 estuvo el fotógrafo holandés Chas Gerretsen.
El siglo veintiuno nos ha permitido ver en tiempo real lo que acontece en el mundo. Hemos visto las protestas sociales, la violencia policial, la migración forzada, la ineptitud política, en Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia. La tragedia en cámara lenta de Venezuela. Y recibimos minuto a minuto lo que está pasando en nuestro país. En Chile existen alrededor de 27 millones de celulares y todos tienen buenas cámaras fotográficas y de video. Nada se escapa de la mirada inquisidora, curiosa o pesquisidora del ciudadano. Antes era posible todavía decir: es la palabra suya contra la de él, o, depende del punto de vista. Ya no es posible otro punto de vista que aquel registrado por el ojo escrutador de una cámara vigilante. Quizás por ello, quienes no desean ser vistos en sus actos violentos o criminales intentan destruirlas. Ya no es tan fácil el montaje y la impunidad. Aunque nos saquen los ojos no es posible obnubilar el razonamiento de la sociedad, porque allí estarán los ojos escrutadores registrando cada detalle, porque en el detalle está la verdad.
Ahora son las redes sociales las que han reemplazado a Guaman Poma o a Ryszard Kapuscinski, cada persona tiene la posibilidad de ser cronista, corresponsal, periodista, y relatar lo que sucede en su entorno y denunciarlo a escala global.
"El siglo veintiuno nos ha permitido ver en tiempo real lo que acontece en el mundo".
Sergio González Miranda,, Premio Nacional de Historia 2014"