Plan de acompañamiento

Desde el inicio de nuestras actividades académicas hemos tenido como principal compromiso proporcionar las mejores herramientas y conocimientos a nuestros estudiantes que eligieron nuestra casa de estudios superiores.

Desde su creación y conformación el Centro de Formación Técnica Estatal se planteó como objetivo respaldar a quienes estudian nuestras carreras técnicas de nivel superior, respaldo que contempla apoyo y orientación respecto a sus estudios a fin que puedan solucionar las dificultades que el proceso formativo les pueda implicar.

Ese compromiso forma parte del Programa de Acompañamiento Académico y Psicosocial que entregamos a cada estudiante que lo requiera desde el primer año, entendiendo que como institución de educación superior somos la única que imparte clases en la Comuna de Alto Hospicio, debemos aportar para que los conocimientos técnicos que proporcionamos sean recibidos, entendidos y aplicados correctamente, para que así una vez que ingresen al mundo laboral se sientan seguros en sus operaciones y funciones.

Nuestros programas de acompañamiento académico y psicosocial contribuyen a que nuestros alumnos puedan optimizar el uso de las herramientas educativas existentes, para mejorar su rendimiento académico y fortalecer su aprendizaje.

Las nuevas tendencias en Educación Superior indican que los modelos de formación deben estar centrados en el trabajo y aprendizaje del estudiante, así como también en desarrollo de sus competencias que lo guíen a querer mantener interés por seguir aprendiendo y adaptarse a los cambios que enfrente tanto en su vida personal como laboral.

Sabemos que la falta de motivación que puede generar el no entender una materia de estudio o sentirse que no avanza a la par con sus compañeros es una de las razones que lleva a abandonar la carrera, pues se sienten que no tienen las competencias para seguir adelante o ven que el camino no es fácil, eso es justamente lo que queremos evitar que sientan. Desde el primer día les decimos que no están solos, que avanzamos todos juntos con un mismo objetivo que no es otro que concreten sus anhelos por los cuales eligieron el CFT Estatal Tarapacá para desarrollarse.

Diversas son las acciones que contemplan nuestros planes de acompañamiento académico y psicosocial, que nos permiten fortalecer los vínculos y reforzar los objetivos de aprendizaje, todo ello con el fin último de ser parte de su crecimiento y desarrollo.

"Diversas son las acciones que contemplan nuestros planes de acompañamiento académico y psicosocial".

Jorge Villegas Ahumada,, rector CFT Estatal de Tarapacá"

"Nos encontramos enfrente a un malestar efectivo que se manifiesta de manera ostensible en las relaciones de los empresarios y de los asalariados y que ese malestar ha de proyectar consecuencias sociales y políticas de carácter peligroso si no se adoptan medidas eficaces e inmediatas". Así se señala en el informe de la "Comisión Consultiva de Tarapacá y Antofagasta", publicado por "La Patria" (Iquique), del 18 de abril de 1904. Dicha Comisión había visitado el norte salitrero para conocer la real situación de la clase trabajadora de la costa y de la pampa. Sus recomendaciones no fueron atendidas por la insensible Clase Política del deplorable régimen oligárquico parlamentarista. Poco antes el senador Enrique Mac Iver, notable abogado salitrero, negó que en Chile existía la Cuestión Social. En Tarapacá esa candente situación constituía una verdadera caldera social sometida a una progresiva presión. Al final llegó el momento preciso para que culminara ese proceso con la grave Crisis de 1907, desatándose el Estallido Social Pampino que abarcó la costa y la zona salitrera de Tarapacá, el que concluyó cruentamente en la Escuela "Domingo Santa María" y Plaza Manuel Montt (21 de diciembre de 1907).

Antes de esa formidable movilización social de 1907, en Tarapacá estallaron otros importantes movimientos como la Huelga General de julio de 1890 y la de los trabajadores de la bahía de Iquique desde diciembre de 1901 a febrero de 1902, la que en su parte final trajo paros en la costa y en la Pampa. En la bahía de Iquique los operarios tenían que cargar sacos de salitre con el enorme peso de 3 quintales españoles, es decir, 138 kilos.

En la Pampa, llamada la "Siberia Caliente", los trabajadores estaban desprovistos de cualquier medida de seguridad en las riesgosas faenas en las máquinas de elaboración y de la pampa. Cada año centenares de operarios resultaban muertos y heridos en accidentes del trabajo en la región salitrera desde Zipiga a Taltal. Más tarde un informe de una Comisión Consultiva (1913) reconoció que esa industria era "una devoradora de hombres". Posteriormente, en 1919, un informe de otra Comisión condena duramente a los empresarios salitreros por su criminal desidia en esa ignominiosa situación.

A fines del crítico año de 1907 se produjo la famosa Huelga Pampina de los 18 Peniques con el apoyo de la clase obrera del litoral tarapaqueño. Los pampinos dejaron a un lado las comisiones con memoriales a las autoridades. Ahora se trasladaron en masa a Iquique con su petitorio a los salitreros. El intendente sirvió de mediador. Las conversaciones fracasaron. Bajo un Estado de Sitio inconstitucional se desató la masacre del 21 de diciembre en la escuela y plaza citadas. De esta manera había culminado sangrientamente un proceso que se inició con la Huelga General Tarapaqueña de julio de 1890. Se había escrito un doloroso capítulo de la historia social de Chile, que hoy se renueva intensamente con la actual crisis social.

Mario Zolezzi Velásquez